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Frecuentemente en los medios de comunicación se encuentran imágenes que apelando al carácter sensual del perfume muestran una mujer perfumándose con el gesto tradicional de aplicarse unas gotas detrás del lóbulo de la oreja mientras inclina su cabeza suavemente y mantiene una expresión ensoñadora. Luego resulta que muchas casas sólo comercializan sus fragancias en formato vaporizador. El colmo de esta comunicación paradójica para mí fue encontrar hace ya unos tres años una imagen editorial-no diré de qué revista pero una importante en el mundo de la moda-en la que la modelo representaba el hiperfemenino acto de perfumarse a la tradicional sosteniendo en su mano izquierda el tapón de cristal de un perfume icónico cuyo frasco EdP formato natural spray se mostraba ostensiblemente en la mano derecha…Una imagen muy representativa de lo que es el dominio de la perfumería comercial que continuamente juega con estereotipos que provoquen el impacto emocional suficiente para que la persona consuma en ese momento el producto del momento, ya volverá después a por otro producto del momento. Y es que cada día es más difícil encontrar cosas auténticas y de calidad tal que susciten nuestra lealtad, pero no sólo cosas también ideas. Continuando con el discurso «¿vaporizar o no vaporizar?».
¿Vaporizar es un gesto banal o no lo es? Parece algo tan tonto, verdad. Cierto es que una misma fragancia, pongamos por caso un agua de perfume- el que querais- va a oler diferente si se aplica a toquecitos que si lo vaporizamos: se abre de un modo diferente, se fija de un modo distinto, se comporta de otra manera. Digamos que cuando una fragancia se vaporiza sobre la piel la sensación ya desde el inicio es más intensa, el perfume se abre, se expande puede crear la ilusoria sensación de que «respira» y engañarnos un poquito porque eso de que «respira» es característica de un buen perfume; esa misma fragancia aplicada de modo tradicional en los puntos de pulsación fuerte tendrá un comportamiento más discreto, permanece más pegada a la piel, las notas están menos separadas y es más difícil diferenciarlas…si te acabas de comprar la nueva fantasía de inusuales notas frutales y exotiquísimas notas florales, un eau de toilette por el que has pagado un buen precio-especialmente bueno porque su estructura es un originalísima fórmula trabajada en cuestión de semanas a base de aglutinar ingredientes bajo la presión del departamento de marketing que ya ha tomado todas las decisiones posibles- pues entonces querrás deleitarte con esas inusuales, dulces y exóticas notas a pleno pulmón, para ello spray, spray, spray! La fijación además la tienes asegurada porque los perfumes más comerciales usan productos fijadores extremadamente fuertes convirtiendo la base de la fragancia en temática predominante.
¿Quiero con esto decir que el vaporizador es sólo un invento comercial? No, y con calma iré describiendo rituales para perfumarse -vapo incluido- pero es importante tener en cuenta otros aspectos.
¿Vaporizar o no vaporizar? Pues según la fragancia, la circunstancia, el clima o el efecto que deseemos crear y cómo deseamos llevar nuestro perfume esa debería de ser la cuestión a meditar.