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*La Casa Kaufmann o Casa de la Cascada por Frank Lloyd Wright (1936)

No todo el mundo se plantea hacer una colección de perfumes a modo de guardarropa, mucha gente tiene su fragancia favorita que usa a diario o sólo en ocasiones especiales hasta acabarla, otras personas tienen dos o tres perfumes que usan según les parezca; pero también hay gente que hace colecciones. Algunos coleccionan de todo, otras personas sólo vintage, hay quien lo hace para usar las fragancias, hay quien sólo las contempla y también quien meramente las recopila.

Este post está centrado en el tema nuclear que cualquier amante de los perfumes debe plantearse a la hora de construir su propia colección de perfumes con la clara intención de usarlos y disfrutar de ellos. Este fin, el uso, lleva implícita una condición importante: que el número de elementos debe ser manejable. No diré un número, porque hay quien puede gastar un frasco en mes y medio y hay quien el mismo frasco lo usa un año y medio y se siente igual de bien perfumado, pero sin duda criterio esencial es que sea manejable. Cuestión de espacio y cuestión de tiempo.

Dicho esto, el tema central no es la extensión sino la dimensión: ¿queremos una colección vertical u horizontal? Es un tema sobre el que se puede reflexionar y aprender mucho. Si bien un connoisseur dirá, sin dudar, que lo mejor es la estrategia vertical, en la práctica es muy fácil que partiendo de una dimensión se produzca una rotación: porque el gusto cambia, como es lógico. Aunque hay quienes prefieren pensar que evoluciona. Sea lo que sea, todo forma parte del proceso de desarrollo tanto del acto de construir la colección como del hecho de ampliar la cultura perfumística. Es decir, del hacer y del saber.

La estrategia vertical se refiere a centrar la búsqueda en perfumes de una misma familia, ej: orientales o que tienen la misma nota protagonista preferida, ej: cuero. Sin duda, esto permite agilidad en un campo concreto unido a cierta especialización , ya que si buscas siempre tu nota favorita (que por ser favorita la distinguirás rápidamente frente a otras) acabarás entendiendo mejor cómo funciona en conjunto, cómo se desarrolla en diferentes contextos y cuales son sus facetas.

La estrategia horizontal supone explorar varias familias de perfumes afines (normalmente la gente se siente atraída por dos o incluso tres tipos de fragancias más o menos relacionadas), ej: perfumes florales- perfumes aldehídico-florales y perfumes verdes o ir en busca de una gama variada de notas, ej: distintos tipos de notas balsámicas, distintos tipos de notas florales, etc. Esto permite conocer los patrones generales de las familias más fácilmente y también enseña a distinguir detalles característicos de las mismas.

Frecuentemente, la gente que adora una nota en particular ya sea el cuero, la rosa , el nardo o el vetiver busca sus distintas interpretaciones pero llega a un punto en que se plantea hasta dónde otro perfume más de su nota favorita añade algo nuevo a su colección, debatiéndose entre el deseo y el interés. Bien esto es lo interesante realmente: llegado a un punto, tienes que elevar tu nivel de exigencia porque ya tienes cierta base de datos que te permite comparar rápidamente qué diferencia este perfume nuevo de nardo de aquel otro que tanto te gusta ¿añade algo nuevo realmente? Toca dilucidar. La calidad de las materias primas, la solidez de la construcción, las cualidades del aura o sillage de la fragancia junto con si es o no algo que realmente despierta el interés son cosas en las que pensar entonces. Sin olvidar el desembolso que pueda suponer dicha adquisición.

La opción de la colección exhaustiva genera una perspectiva de connoisseurs en tanto que la búsqueda es más específica, se valora un espectro más restringido y obliga, si realmente se espera hacer bien, a fijarse en los elementos distintivos. Pensad en un catador de aceite de oliva, en un especialista en vinos blancos, en un entendido en cafés, etc. Ese tipo de especialidad.

La otra opción, la estrategia expansiva se centra menos en los contrastes al detalle y explora más las afinidades entre perfiles de familias. La búsqueda ya no es tanto lo específico pero sí que puede tener un carácter más polar: irse en busca del prototipo ( el prototipo de rosa, el prototipo de oriental) o irse en busca de lo que se sale del marco convencional (la extravagante rosa, el extravagante oriental). Permite un acercamiento más comprensivo de la materia.

Compartiendo el gusto por lo singular,lo cierto es que cualquier opción es buena, y cada persona debe comenzar por lo que más se ajusta a su modo de entender las cosas o de afrontar los problemas. Pero lo realmente bueno, lo mejor, es cuando llegas a un punto en que eres flexible y combinas planos horizontales y planos verticales, eso supondrá que tienes ya una cultura perfumística pero que además disfrutas de tus perfumes y comprendes mejor que, al final, las familias se relacionan entre sí y las notas tienen tantas similitudes con otras como diferencias. La combinación de ambos planos es lo que puede dotar a la colección de más profundidad. La Casa de la Cascada de F. L Wright puede servir de imagen de lo que trato de explicar: la creación en altura de sucesivos planos horizontales. Ideal.

La experiencia te puede llevar a entender qué es lo que te gusta realmente. ¿La rosa per se, la rosa junto con los aldehídos o los aldehídos? Algo que te gusta mucho no debería de generar estancamiento, sino fluidez…si no hay fluidez es muy probable que haya obsesión y ese es el peligro que cualquiera debe tratar de evitar. Esa es la cuestión.

Lo cierto es que si se logra disipar esa especie de nube de esplendor inicial que una nueva composición trae consigo y se focaliza la atención en la emoción más directa que produce la fragancia, las dudas dejarán de interferir. Y esto es válido en cualquier dimensión, sea horizontal que vertical. Así pues, concluyendo, busca aquello que realmente sea genuino para enriquecer tu experiencia.