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'Lord of the Rings:Fellowship of the Ring' Movie Stills
*Liv Tyler como Arwen en El Señor de los Anillos.

Un toque de vivacidad en el rostro para que no se vea plano y fantasmal. Eso buscamos con el colorete. Y el modo más fácil de conseguirlo es aplicar un producto de grano muy fino -cuanto más fino mejor difuminará- y con pequeñas partículas doradas para poder dar luminosidad y color a la vez.

Coloretes en polvo como los clásicos de Bourjois, los Mineralize de MAC (no dejéis de probar Dainty o Warm Soul) y los de Nars que son de gran calidad, son algunos ejemplos del tipo de productos que permiten dar un toque de color saludable en las mejillas.

Elegid bien el color. Se suele aconsejar que en los labios y en las mejillas haya tonos parecidos o en la misma gama para que el maquillaje tenga un aspecto más armonioso, pero también se pueden buscar la armonía por contraste aunque resulta más dramático.

Cuando se tiene el color adecuado y la textura perfecta es mucho más fácil conseguir ese aspecto fresco en las mejillas sin que queden parches de color. Hoy vamos a ver un pequeño truco para sacar todo el partido a esos coloretes con brillo en el pigmento para dejar un velo sutil de color sobre las mejillas. Esta técnica es ideal para aplicar el color en todo el pómulo, realzando la manzana, sin parecer un clown.

Usando la típica brocha para colorete, en vez de coger el pigmento apoyando toda la brocha en vertical, mejor usar en parte el largo de los pelos, formando la brocha y el estuche de colorete un ángulo de 45º. Esto es importante para repartir mejor el pigmento en la brocha y luego poder difuminarlo mejor sobre la piel. Al aplicar el color usad la brocha de la misma manera: formando un ángulo de 45º sobre el pómulo haciendo barridos semicirculares suaves, sin presionar sobre la piel. Se puede repetir las veces que se necesite hasta dar con el efecto deseado. Lo importante es entender que de esta manera la cantidad de pigmento que se coge en la brocha es más pequeña y está más distribuida, lo que evitará que el color quede muy concentrado en una zona concreta. El efecto final, al usar esta técnica, es un brillo con color muy suave que ilumina las mejillas.