Es la piel. Siempre la piel. Sugerida por mil acentos diferentes para intentar retratar una misma cosa evanescente y frágil. Pasa el tiempo pero sigue siendo igual:la piel es el perfume ideal, el perseguido de continuo en sucesivas tentativas, girando alrededor de contrastes dulces y frescos, afrutados y vaporosos. O cálidos, pungentes como el ámbar, de intenso matiz especiado y recuerdo coriáceo.
La piel es la paradoja definitiva en perfumería. Su principio y su fin.
Se puede sugerir su calor extremo y crear algo de marcada sensualidad usando maderas envolventes y las tonalidades más fuertes del almizcle aquellas que muestran su persistente carácter animal. Perfumes así cierto es que producen respuestas; respuestas de lo más variable. Polarizan.
Pero opta por la tibieza, susurrando la posibilidad de una mayor calidez. Escucha las notas refinadas del almizcle ambarado, con delicadeza en los matices afrutados, la suavidad de un sándalo lechoso rodeando la delicada rosa, meciendo elusivas violetas que flirtean libremente sin aparente estrategia. Como la piel fresca que perfuma por sí misma. Dejemos florecer esa ternura en un perfume y habrá menos premura, sin duda, pero también una prevalencia aguda y difusa que invita a la imaginación. La idea de piel en el perfume, sea como sea, con gentileza o notoriedad, seduce los sentidos. Optar por sólo la excitación o también el deseo que quede a gusto de cada cual.
Del polarizante Muscs Koublai Khan al lúdico Jeux de Peau de Serge Lutens. Desde la elegante pungencia de La Panthère de Cartier a la sutilidad de Musc Nomade de Annick Goutal. Con el tono intimista de Dans tes Bras o el mítico y muy carnal Parfum de Peau de Montana. Los perfumes de almizcle son una opción muy legible.
Pero en este camino de la seducción, hay una vía más indirecta: la del almizcle revestido siguiendo el patronaje clásico de perfume femenino elegante pero aún atrevido porque remite al frescor del baño, recreando ese tono limpio-cremoso- amaderado-floral tan característico del Nº5 que emerge entre notas de iris y violetas, almizcles blancos, aldehidos, notas cumarinadas y rosa. Fluctuando entre el frescor dulce de las flores finamente almizcladas de Clair de Musc, la delicadeza del talco de Teint de Neige de Villoresi o dejando entrever a través de la rosa el tocador de una dama como Misia de Chanel.
En esta sintonía está La Dame aux Camélias. De acabado sencillo, más seco y amaderado por el fondo entretejido con haba tonca y enebro que aporta cierta oscuridad etérea al tema principal: la promesa de una violeta. Ni muy dulce, ni muy verde, ni densa, ni tan empolvada. Sino de aire vintage, plena de matices afrutados y total aliada de una rosa fresca. También liviana y matizada, acorde con la estética elegida: la de la Cologne .
Cologne de Nuit se presenta como una receta perfecta, prescriptible para el humor romántico. Con un nombre que encierra la atractiva idea del uso nocturno, un frasco de tocador de aire antiguo y haciendo referencia a la heroína romántica del imaginario colectivo por antonomasia Margarita Gautier, también fuente de inspiración de una de las óperas más famosas y reconocibles de la Historia: La Traviata . Sin duda, una idea redonda. ¿Huele tan ideal? Realmente huele a un ideal de femineidad basado en otro ideal: el de la piel eternamente joven.
Sí, La Dame aux Camélias está creada como una colonia para la noche y como tal es ligera pero sensual, con un frescor nocturno, menos agudo y penetrante que el cítrico pero lleno de pequeños acentos verdes con toques rosados, fondo afrutado y perfil floral. Su frescor no es pungente sino inmanente, con un efecto burbujeante como de soda que aporta el cardomomo muy diluído apoyado por el nerolí, la clásica nota de colonia que aquí queda flotando sobre el olor vago de las violetas húmedas, revelando una tonalidad floral similar a Iris Nobile de Acqua di Parma. En paralelo, la violeta despliega su gama de matices dulces y afrutados que recuerdan a las golosinas de regaliz rojo, a sandía y a frambuesa. La violeta así pierde su filo de acero, se va haciendo más cálida y más rosada, con un pequeño toque jabonoso que trae el recuerdo de los clásicos perfumes aldehídicos. Luego, todo ese esplendor afrutado se prolonga con una nota de almizcle blanco y lentamente las flores se van durmiendo sobre un lecho amaderado. Su encanto reside en esta sencillez.
Momento musical para cultivar la sensibilidad romántica con el cláisco: Perhaps Love de John Denver, acompañado por Plácido Domingo.
Colonia para la noche, ¡qué buena definición! Justo te estaba escribiendo esto y tuve que salir al jardín un momento, es verano en el sur de Argentina, y estoy cerca del mar.
El viento traía olores nocturnos, frescos, bien verdes, de tanto que ha llovido. Yo sostenía en el pensamiento tu definición, colonia para la noche, venía masticándola porque me había encantado, y te quería escribir sobre eso.
La luz ya se iba, agarré una nuez del suelo y cuando me encaminaba para la casa vi unas flores nuevas al lado de las piedras, unas azucenas rosadas que no sé por qué, estaban ahí, alejadas de las otras que crecen en la sección aurea, digamos, del jardín. Son las más bellas de todas las flores. A la noche, exhalan su perfume más vasto, su sensual y embriagador perfume. Me encantan.
Así que con gran alegría pensé ¿por qué estarán acá, casi al borde del camino de piedras? Me di cuenta cuando acerqué mi nariz a ellas y la luz ya se había apagado. Cerré los ojos y cerró mi pensamiento. El por qué me gustó tanto tu definición, ahí estaba la colonia para la noche.
Ojalá el perfume que describís huela a eso.
¡Beso!
Hola Diana,
Ante todo mis disculpas por el retraso, he comenzado la semana un poco falta de salud. La verdad que la idea de la colonia para la noche fue lo que más me atrajo del perfume y ver cómo se desarrollaba. Lo que describes es muy bonito, tu historia dibuja un olor, al menos para mi que me encantan las azucenas. En cierta ocasión, viajando de noche y ya en un mes frío, recuerdo llegar a una zona muy llana en la que la hierba olía intensamente a menta, era increíble porque las ventanillas iban cerradas, la calefacción puesta y sin embargo el coche se llenó por unos momentos de aquel frescor intenso que yo no he vuelto a encontrar en ningún otro sitio. Sé que no era una alucinación porque no era la única para apreciarlo de otra manera la cosa suena surrealista…Pero en cuanto al olor del perfume no huele así, huele fresco y dulce pero con otro perfil, más a violetas que a ninguna otra cosa a mi modo de ver aunque hay gente que lee más la rosa -lo cierto es que ambas comparten una fracción de olor-.
Saludos,
Botanyuki.
Me imaginé Botanyuki, ¡las violetas y su ego! Yo más me enganché con tu escrito que con el perfume. Qué lindo eso de oler la menta con calefacción incluida. Beso y que te recuperes pronto.
Preciosa entrada, Botayunki,
Con aires decimonónicos y «gatopardianos» (palabra, ésta última, inventada por mí para defenderme de mis hijos cuando me dicen que huelo a armario de abuela y que tengo gustos retros y raros), me encanta la idea, me gusta el nombre de esta cologne.
He estado viendo la gama de Jardin d’Escribains y me han matado las velas «Beat Generation» . . . me hace mucha gracia el nombre porque es imposible pensar en perfumes después de leer a Bukowski y mucho menos después de leer a Céline al que consideraban padre de este movimiento. La imaginación para bautizar a los perfumes no tiene límites. También tienen otras velas perfumadas dedicadas a Zweig en Brasil. Acabo de leer «La impaciencia del corazón» de éste último y en un pasaje del libro el narrador nos cuenta la historia de una mujer que antes suicidarse se viste impecablemente y rocía generosamente todo su cuerpo con un perfume de Coty.
Percibo por esta entrada, y otras anteriores, que tienes fascinación por las colonias clásicas o por esta nueva «forma de hacer» (no sé si se me explico correctamente) en determinada perfumería actual en la que observo dos vertientes; una, en la que se introducen notas o rasgos de cologne en la elaboración de determinados perfumes ( creo haber podido apreciar esta nota de cologne en «Prelude to love Invitation») y la segunda; la elaboración de una cologne que posea la misma intensidad que un eau de parfum (conseguir esa persistencia con un olor como lo que la mayoría llamamos «a limpio» me parece difícil en extremo) aunque, repito, no sé si me equivoco. He podido percibir esta segunda vertiente en miles de colonias; por ejemplo Aqua di Parma colonia Assoluta, Eau d’Hadrien de Anick Goutal y en las colonias de Jo Malone aunque, éstas últimas, las tengo todavía un poco confusas puesto que no las he probado con calma. Con respecto a Teint de Neige: la estoy llevando últimamente pero tengo sentimientos encontrados;: en general me gusta, pero percibo una nota con olor a plástico que no me acaba de convencer (quizá la confundo con otra nota y puede que esa nota parta de esa idea de Villoresi a la hora de recrear los polvos de tocador de una forma más moderna o más abstracta).
Mi fascinación ahora mismo es por L’Heure Bleue y he de reconocer que Mitsouko me sienta de maravilla, pero L’Heure Bleue, es que es fascinante.
Un saludo,
Hola Laura,
Siento no haber podido contestar antes. Tienes razón, esta línea de perfumes tiene unos nombres de lo más interesante, AnaÏs Biguine, la fundadora, posee un don para la palabra diría yo. Cologne de Nuit es una idea muy bonita, para mi gusto la más bonita de la línea como idea y como composición. Y sí,percibes bien, me gusta cuando alguien busca una nueva forma de hacer sobre un tema clásico, en cualquier género. Paradójicamente las colonias clásicas fueron un tipo de olores que hasta hace unos años yo detestaba, no toleraba bien la intensidad cítrica, ni lo que percibía como rigidez en esas composiciones. Con el tiempo las notas cítricas me han comenzado a fascinar -todo empezó con Eau d´Hadrien- y ahora aprecio mucho los intentos de crear algo fresco pero muy matizado que consiga transmitir esa sensación limpia y tonificante. Para mi gusto ese es uno de los puntos fuertes de la perfumería nicho -con esas dos vertientes que describes 😉 – porque en algo que tiene que ser tan transparente y ligero la calidad marca una diferencia increíble. Y la búsqueda de fijación, claro.
Saludos,
Botanyuki.
Yo tambien noto a teint neige una nota a plástico, pero plástico de muñeca nueva, que hay dias que me olesta y otros que me gusta. Aún así, teint neige me parece un perfume sublime.
Interesante post, me dan ganas de salir a oler esta colonia.
Normalmente no hacía caso a las colonias por considerarlas parecidas y con cero fijación en mi piel. Pero la verdad es que ahora les encuentro su gracia. Cala rosso de santa maria novella huele a las hierbas aromáticas que se huelen desde el mar, volviendo del cabo de creus. Una mezcla de hierbas y mar que no se cree posible si no se huele. Y para colmo, es una colonia con excelente fijación. La olí solo una vez, me gustaria volver a probarla para asegurarme que me sigue pareciendo tan maravillosa.
Bonito momento musical
Saludos
Pilar
Hola Pilar,
Mmmm…pues esa nota de plástico, no sé, igual es una forma de percibir facetas del haba tonka. Podría ser.
Cala rosso no la conozco pero suena genial, con lo que a mi me gusta el mar!
Saludos,
Botanyuki.
Cala Rosso de Santa María Novella. Gracias Pilar por el dato. A mí también me encantó el nombre y la descripción que hiciste de esta colonia.