«Hace falta mucho,mucho tiempo para ser joven». Pablo Picasso.
La misma presión por comportarse como adultas, por crecer y hacer las cosas que hace el resto del mundo como bajo un velo de aventura. La misma inflexibilidad con los propios errores. La misma angustia por no llegar. La intranquilidad por la incertidumbre del futuro. Y todos esos consejos recibidos pero no del todo entendidos y, por tanto, rechazados. Esto veo en muchas chicas jóvenes.
Una mujer cuando tiene pocos años tiene menos oportunidades de disfrutar de su juventud de lo que los adultos le echan en cara. Hay demasiadas presiones por crecer, demasiado miedo a ser ridícula y a diferenciarse tanto del resto que se genere rechazo.
En medio de tal contradicción, mientras todo se te da y todo se te comienza a negar, desarrollar de una forma palpable una sensibilidad propia parece una cuestión de supervivencia. ¡Y lo es!
El universo adolescente, un fenómeno sólo permitido en la cultura contemporánea urbana, durante décadas mantuvo una custodia adulta que marcaba los límites con claridad. Hoy los límites son más difusos, cosa no exactamente buena, incluso parece que se hayan fundido la adolescencia con la primera juventud en una especie de eternidad. Sin duda, el acceso a un smartphone y, por tanto, a Internet de forma inmediata ha cambiado el panorama de forma drástica. Hay otras formas nuevas de manejar la comunicación personal y un acceso a la información que antes no había. Per además de los nuevos peligros parece que también existe claramente el deseo de desarrollar una personalidad propia, aunque no se entienda bien que es eso y por tanto se haga por distintos medios. Tanteando. Uno de ellos es creando espacios propios. También espacios propios virtuales con fuerte carga visual. Por eso hoy podemos hablar de un universo girldom. Un pozo de deseos un poco feérico, algo silvestre y a la vez cultivado. Donde jugar a ser princesas dueñas de su propio destino.
Girldom -cuyos dominios se extienden por todas las redes sociales con especial arraigo en Tumblr- engloba cosas de lo más dispares: desde canciones de Lana del Rey a la repostería decorativa. Pero, en el fondo, comparte un rasgo importante con algo tan clásico como las manualidades de scrapbooking: la acumulación de imágenes y cosas preciadas (preciosas) que ayudan tanto o más a definir un espacio y una identidad como a preservar una identidad. En el fondo no es una paradoja.
Este universo girldom impregnado de romanticismo, cromos vintage o emperatrices góticas habla del empeño juvenil por elegir como principal via de crecimiento, frente a la forma tradicional de crecer asumiendo. Es un empeño bisoño de lo más dulce, quizás hasta saludable en ciertos aspectos ya que crecer solamente a la dura…Desde esta perspectiva se puede entender como algunos perfumes se han convertido en paradigma de este universo (Chloé y sus derivados) porque en ellos cristaliza el cumplimiento de varias expectativas, esto es: oler como brisa fresca y limpia, con un halo brillante y alegre, no con el olor floral tradicional sino con otro tipo de olor más crujiente que se pueda percibir como algo propio.
Los perfumes verdes despuntaban en los 60´s y eclosinaban en los 70´s dirigiendose ya a mujeres que preferían elegir su propio perfume y ese elegir era como un gesto de independencia, frente a algo que normalmente se regalaba. Sin embargo fue con Anais Anais de Cacharel, un perfume floral-floral, cuando comenzó a tomar forma una idea de perfume de juventud, aunque luego el perfume gustara tanto y fuera usado en un rango de edad muy amplio. El perfume de Cacharel aún retenía rasgos de sensualidad madura. Hasta entonces las chicas jóvenes tenían pocas opciones.
En el sector niche había alternativas pero limitadas por el acceso a estos productos: Dyptique, L´Artisan Parfumeur, Lubin y sobre todo Annick Goutal que se anticipó como en otras ocasiones a este triunfo de los florales frescos, bonitos y delicados con creaciones como Eau de Camille, Eau de Charlotte, Eau de Ciel y Petit Cherie. Perfumes creados para sus hijas -excepto Eau de Ciel – pero que no son infantiles sino etéreos, florales o afrutados y golosos con mesura en el dulzor. Es una tradición de esta casa que Vent de Folie y Rose Pompom continúan al hilo del nuevo auge que la rosa tiene en los últimos años.
Pero es un riesgo intentar representar la juventud en un perfume porque no es nada fácil: se puede vanalizar -y se vanaliza- con demasiada ligereza. Cierto es que hoy por hoy estamos masificados de perfumes que buscan llegar a más gente joven ya que la juventud -o la ilusión de la misma- es todo un mercado; pero el problema de estos perfumes es que con ese afán mercantil lo que se ofrecen son jugos que enmascaran con demasiado azúcar el carácter floral de una rosa, o que saturan de almizcles blancos cualquier tipo de flor (todas acaban oliendo igual) o que desmaterializan las notas amaderadas hasta que pierden su capacidad estructural y todos los perfumes acaban siendo de una ingravidez…En general, domina esa carencia total por un acabado chic: fresco, sencillo, natural.
Pero si crear un perfume de espíritu juvenil es difícil, crearlo en torno al muguet es ya toda una osadía, al menos si se persigue originalidad. Hay al menos tres hándicaps:
a) No referenciar a Diorissimo de Dior que es el paradigma de los perfumes de muguet.
b)No quedarse atrapado por la limitación de ciertos materiales con que se construye la nota porque es fácil que el jugo resultante sea muy dulce y sintético.
c)No caer en el cliché del carácter tradicional del muguet: el perfil floral jabonoso que tanto productos de higiene reproducen.
Miu Miu EdP (Daniela Andrier) pasa la prueba gracias a una trayectoria tangencial. Al contrario que el perfume de Dior donde el lirio de los valles se apoya en el jazmín y las lilas, el de Miu Miu ofrece un perfil más rosado. Aún hay jazmín, o mejor dicho, pétalos de jazmín de textura crujiente sobre un fondo cítrico anaranjado que muestra una punzada profundamente especiada. Pero en conjunto se lee como una rosa fresca y silvestre cuajada de notas verdes ligeramente anisadas con un acabado natural. Una rosa que a ratos ofrece tonos afrutados de manzana verde (como piel de bebé) y otras veces es más como un albaricoque (como piel de mujer joven).
Cuando el perfume evoluciona hacia un tono más cálido comienza a proyectar algo más sólido: una nota especiada, amaderada y algo terrosa que da aún más cuerpo a esa faceta cítrica. La faceta especiada puede llegar a percibirse con bastante intensidad. Es de pimienta con un filo húmedo y, en ciertos momentos, unida a la rosa y al jazmín crea un halo más compacto que recuerda un poco a Eternity de Calvin Klein. Sí, Eternity es jabonoso…Miu Miu salva este punto sustituyendo esta referencia tradicional a jabón caro por algo que recuerda a champú -cosa muy aceptable para las nuevas generaciones- Siendo justa, este no es un aspecto dominante sino algo vago que surge como una cita a algo familiar y doméstico.
Lo bonito de Miu Miu es que no es sólo un frasco goloso sino también un intento por traer al lenguaje actual algo tan clásico como el lirio de los valles. Y lo paradójico es que lo hace siguiendo la mejor tradición, la de los perfumes aldehídicos florales en cuyo núcleo respira el muguet insuflando ese aspecto fresco y húmedo de flores blancas llenas de rocío a la demás flores y conseguir ese efecto bloom tan característico de este tipo de perfumes al estilo Caléche de Hermès. Por otro lado, la base muestra algo totalmente moderno, incluso trendy. Y es que en lugar de maderas cálidas y almizcladas de acabado cremoso aquí tenemos un tipo de almizcle refinado y sensual pero de matices afrutados y lactónicos acompañando la fortaleza de una nota amaderada de nueva generación: la akigala, una creación de Givaudan.
Akigala o madera de akigala es un material creado a partir del patchoulí. Un buen aceite de patchoulí siempre ofrece una nota apimentada con cierto efecto húmedo, este aspecto se pronuncia bastante en la madera de akigala desde el principio, luego con la evaporación deja ver algo más seco y amaderado con reminiscencias de oud. Cierto que el patchoulí es, junto con el papiro, un material clave para componer las bases de oud que en la perfumería occidental tanto abundan desde hace unos años. He aquí el toque trendy; y es que Miuccua Prada es la reina del eclecticismo chic, incluso si va a crear algo de tono romántico no renuncia a esa diversión.
Por el universo Girldom bien defendido: Loin d´Ici por Zoë (representante de Austria en el ESC 2016)
Muy interesante, como todo lo que leo en tu blog, gracias por la aportación.
Bienvenido!
Hola Botanyuki,
Efectivamente, la adolescencia es un periodo de dudas e inseguridades. En nuestros días parece alargarse, sobre todo en las mujeres. La juventud se prolonga por un cambio de mentalidad en nuestra sociedad que hace que retrasemos cada vez mas la maternidad. Esto genera, creo yo, que algunas adolescentes pese a su natural rebeldía, entren en ese rol de conservar detalles -sobre todo estéticos- de la infancia: los colores alegres, las golosinas, los muñecos en ciertos detalles… Supongo que a ese espíritu algo «kitsch» responde el diseño del frasco de Miu Miu, aunque su contenido, en vez de goloso, sea floral y amaderado. Como siempre, no hay que quedarse solo en las apariencias.
Esa adolescente que nos parece una niña, sea cual sea su estética, puede guardar rasgos de madurez que no imaginamos. Es la dualidad que se produce en una civilización tan informada como la nuestra.
Muy buena revisión como siempre Botanyuki,
Saludos cariñosos,
Isa
Hola Isa,
Yo entiendo que este universo Girldom está más allá de la adolescencia y la rebeldía, lo veo como una búsqueda de identidad que se prolonga durante más tiempo del que creemos y se proyecta en mil cosas. Pero no creo que sea el retraso de la maternidad exactamente lo que prolonga esa idea de juventud eterna. Hay muchos factores. El retraso de la maternidad es más bien una consecuencia de que las mujeres tengan acceso a la universidad y al trabajo remunerado -con el consecuente cambio de mentalidad que eso pueda suponer-.
Por otro lado, hay mujeres que siendo madres ya adultas, siguen manteniendo el gusto por estas cosas. Y las mujeres que son madres a edades bastante tempranas pueden llegar a sentirse muy divididas porque todavía tienen deseos de hacer lo mismo que hacen las otras chicas de su edad. Lo que si es cierto es que con la maternidad todo se hace muy raro y cada mujer supongo que busca algo a que aferrarse en tal situación, muchas veces está el apremio de volver a sentirse femenina…pero muchas cosas dependen de lo bien o mal o lo rápido o despacio que vaya la recuperación tras el parto.
Confieso que me encanta el frasco y el envase de la crema corporal -no el de la leche- porque parece un tarro de tocador antiguo estilo art deco. Una tentación 🙂 .
Saludos,
Botanyuki.
¿Y no se trata, acaso, el fenómeno, movimiento, postura, tendencia o como se le quiera llamar, Girldom, una perpetuación de la inmadurez?…
Puede que algunas mujeres piensen que eso atrae a los hombres y quizá muchos sucumban a esa fantasía sugestionados por ese Príncipe Azul que todos llevamos dentro y nos predispone a actuar como salvaguardas de una inocencia que precisa de nuestra protección…
Estéticamente inmaculado, como una delicada flor en su demostración de la belleza…puede atraer a las almas más ingenuas…pero más allá de cierto estado preadolescente en ocasiones resulta muy difícil tomar en consideración una actitud así como el posible comienzo de algo perdurable.
Como no existen los príncipes azules ni las encantadoras princesas (aunque puede que al principio si…), esa imagen se convierte en algo muy pasajero que se desvanece en un instante.
Nada que objetar sobre el envase, ciertamente algo vintage y la foto de la modelo…es realmente un ángel…
Lamentablemente no he podido olisquear el perfume que debe ser encantador…
Todo el universo Girdom creo debe ser entendido como lo que es, un juego como parte de la sedución femenina tan misteriosa y en la que tantos hombres caemos con o sin voluntad propias.
Hola Nacho,
Te puedo asegurar que el texto está escrito sin prejuicios y con el verdadero interés por entender otros gustos de otras personas. Siento que hayas sacado una conclusión tan precipitada del tema; de lo que hablo es de la búsqueda/afirmación de identidad que es algo continuo y de continuo se enfrenta a las exigencias del medio, incluyendo aquí las ideas preconcebidas y las presiones de toda clase.
Saludos,
Botanyuki
Claro, Botanyuki, por eso empiezo «acaso»…
Estoy de acuerdo en que la búsqueda de la identidad es un proceso contínuo pero en ocasiones veo actitudes que son claras regresiones a un proceso ya pasado y que no tiene sentido en una personalidad más afirmada aunque sea por el tiempo…esas bocas demasiado maduras inyectadas de juventud…cada edad tiene su tiempo y que bonitas son las arrugas cuando vienen acompañadas de sabiduría.
Pero todo, o casi todo, es respetable (digo casi todo porque hay cosas que no lo son, obviamente.).
Entiendo que tu texto carece de prejuicios, francamente interesante.
Hola Nacho,
Empiezas con un acaso pero terminas con una afirmación tan categórica como » el universo girldom debe ser entendido como lo que es».
Saludos,
Botanyuki.
Hola, pues no había oido en mi viida la palabra girldom. Yo solo se que ser adolescente hasta los 50 está bien visto, en hombres y mujeres. Las mujeres nos creemos que llegar a los 50 sin arrugas y sin las tetas caidas es lo normal (ilusas…), que podemos ser madres a los 45 si nos apetece ( ya se encarga la naturaleza de contestar), y los hombres cabeza de familia, esos que apechugan con mucho, han desaparecido y andamos buscando que es la paternidad, algo más que ese sucedáneo de ayudar a cambiar pañales, algo que no pueda hacer una asistenta.
En estos tiempos convulsos, el no compromiso, el hedonismo y la no responsabilidad se ensalzan. Tenemos niños de 50 años que se extrañan de que al amigo le de un ataque cardiaco, edad que hasta hace una generación era la de ser abuelo. Contra este sinsentido, charlar con alguien de más de 70 años te despierta. Esas frases de la abuela tienen mucho sentido, mucha realidad frente a la virtualidad en la que estamos inmersos.
Ojo, no quiero molestar a nadie con mis palabras, yo misma estoy en esto, simplemente tendriamos que reflexionar por qué somos una sociedad de adolescentes en cuerpo de viejo y a quien le va bien esta situación.
Muy buena la revisión del perfume, no lo he visto en tiendas.
Saludos,
Pilar
Hola Pilar,
Quizás he hablado de algo muy específico en este post, pero no tiene nada que ver con las mujeres que pretenden parecer muchachitas a los 50 y que en realidad no lo consiguen. Más bien hablo de identidad y de la necesidad de mantener vivas las ilusiones.
Saludos,
Botanyuki.