*Peonías (1903) de Franz Dvorak.
Es nostálgico elegir llevar el perfume de cierta flor para no olvidar algo. No es exactamente lo mismo que para recordar. En el primer caso parece que se plante cara al devenir; en el segundo, a la desmemoria. Y, además, frente al concepto moderno de crear acordes abstractos, un perfume floral ofrece algo tangible con aire de viejo mundo.
Este tipo de perfumes está viviendo un pequeño renacimiento, especialmente en el sector nicho se están multiplicando las opciones. Son una forma de expresar un gusto por las cosas sencillas ofreciendo un abanico más colorido que el tema de la Cologne. Más colorido pero, en el fondo, igual de atemporal. Han sido siempre las firmas británicas más tradicionales (Yardley, Floris, Penhaligon´s, Woods of Windsor, etc) las más afines a esta temática de los florales frescos y los florales delicados, poco adornados pero de carácter muy representativo. Aún siguen siendo perfumes que se perciben como algo familiar sin que lleguen a relacionarse con productos de uso doméstico o cosmético porque remiten al aire libre y a los jardines floridos.
Seguramente ciertos olores como el de las violetas, el del iris o el del heliotropo y ciertos colores como los azules, los lilas y malvas o los grises creen con facilidad una atmósfera nostálgica. Las rosas primorosamente rosadas y el más brillante de los rosas, en cambio, parece que están dotados de una ligereza imperdonable por ser el epítome del romanticismo juvenil. Pero juvenil podría ser sinónimo de alegre y ese sentido es el que tiene sentido aquí. Porque no hay perfume más rosa, ni más vivaz, ni más juvenil que Quel Amour!
Creado en 2002 por Isabelle Doyen y Camille Goutal, en él se conjuga toda la exuberancia rosada de Ce soir ou jamais con la ternura de Petit Cherie para recrear el penetrante y alegre aroma de las peonías. Voilá!
Estas flores de pétalos cremosos, que florecen en la antesala del verano, llenan el aire de un frescor muy perfumado. Es difícil no reaccionar a su olor que recuerda a las rosas pero es más compacto: pese a su aparente delicadeza inundan el aire con matices verdes de brillante persistencia e increíble frescor en el que reverbera el recuerdo cítrico-amargo del pomelo con un ligero efecto aldehídico.
Son bastantes los perfumes de rosa que añaden una nota de peonía gentil pero pocos los que realmente la retraten de verdad. La peonía es normalmente una nota de acompañamiento que contribuye a matizar un tono rosado delicado, al estilo Dior Forever and Ever, Miss Dior Cherie Blooming Bouquet, Stella o Chloé .
Sí, así es. La peonía suele presentarse como algo ligero pero en Quel Amour! se muestra en todo su esplendor. Es una peonía increíblemente rosa acompañada de geranio, totalmente afrutada y con una base ambarada clásica. Más rosada no puede ser. Del fucsia al Panther Pink, del rosa empolvado al sorbete de fresa. No hay matiz del rosa que deje de mostrar. Más intensa y jovial puede que no la haya. Pero tampoco más romántica o más profunda. Se podría decir que simplemente es femenina y, a ratos, tierna sin pedir disculpas por ello.
Sus primeras notas son un festival de frutos rojos: granada, frambuesa y después cereza mezcladas con pétalos húmedos de rosas silvestres. Desprende un dulzor intenso que recuerda a caramelos de fresa y licor de granadina pero una corriente cítrica refresca el conjunto con un toque efervescente que se atenuará en la base pero no desaparecerá sino que evocará tonalidades de champagne rosado. La peonía emerge del conjunto, entre las vibrantes notas frutales, la rosa, el jazmín, la vainilla…pero este festival floral-frutal evoluciona hacia algo muy clásico; casi sin que haya oportunidad de notar que la parte más golosa queda atrás, emerge la nota de melocotón. Un melocotón más intenso, tibio y redondo que en Petit Cherie porque lo amplifica la base ambarada.
Este melocotón puede ser y es una nota joven, pero precisamente su combinación con el acorde estilo ambreína -sin notas animalísticas- es lo que da al perfume esa pátina de clasicismo francés en la dirección de los perfumes Patou. Sin embargo, apenas caes en la cuenta que Quel Amour! es tan serio, si acaso nostálgico…como la imagen de esas damas de época que sólo debían delatar su presencia por el frufrú de la seda.
Momento musical: Little Heart de Amarante.
Hace poco olí la peonía, tenian ramos a la venta en una fruteria, y me fascinó el olor, que maravilla! Que lástima que no conozcamos el olor de todas las flores, que díficil es en la ciudad encontrar variedad de plantas para oler, y en las casa hay poco más que claveles, jazmines y geranios. Echo de menos más cultura de las flores y las plantas, siento que me pierdo muchos olores,quieres creer que hace tiempo que busco violetas en las floristerias y no encuentro? Será que por aquí no es una planta comercial. En fin, sospecho que no hay muchas personas con mi inquietud.
Gracias por la review del perfume, lo buscaré, si es una décima parte de las flores naturales, ya merece la pena
Saludos,
Pilar
Hola Pilar,
Violetas en floristerías yo suelo encontrar en macetillas en alguna floristería más especializada. Por suerte ahora hay más viveros y gente preocupada por conseguir tener plantas menos autóctonas, aún puede ser difícil encontrar cosas y, por supuesto, no hay una cultura del jardín tan desarrollada como en el Reino Unido pero yo diría que va mejorando.
Las peonías huelen divinas, casi embriagan y a la vez tienen algo muy alegre. No sé, tienen algo especial. El perfume de Annick Goutal tiene mucho de peonía pero por supuesto sigue siendo un perfume, de todos modos, junto con Peoneve de Penhaligon´s yo diría que son los dos que mejor retratan la flor.
Saludos,
Botanyuki.