No existe un único perfil aromático de oud, no obstante, su carácter resulta inconfundible. Su complejidad es la fuente de su poder: retiene la atención de la mente porque necesita tiempo para mostrar sus matices. El oud cambia lenta pero definitivamente durante la evaporación. Es resinoso, es salvaje, es cálido, cálido, cálido y especiado, amaderado con efluvios ambarados, pero también puede ser cítrico, verde…y es pesado, decidido, denso, cremoso, terso, ondulante. Adictivo y vivificante. Así es el olor del oud natural, un concierto de matices cuya riqueza y profundidad despierta la imaginación.
En Oriente es el olor de la tradición; en Occidente, una nueva adicción a la paleta de notas amaderadas-orientales. Comenzó, como muchas otras cosas, siendo una sugerencia novedosa: Chaos de Donna Karan, Sequoia de CDG, M7 de YSL, etc. Hoy la palabra oud está presente en todos los sectores del mercado y puede aparecer en un acento especiado que complementa un perfume floral como Miu Miu, como un punto departida para crear un perfume fuerte como 24 Gold de Scents Story o Acqua di Parma Colonia Oud, puede seguir el hábito clásico de imprimir riqueza y color a la manera del frankincienso como ocurre en los perfumes de Amouage o, en excepcionales casos, ser el protagonista real de la historia como el lujosísimo The Night de Frederic Malle.
Parece claro que entre perfumistas y clientes de Occidente el oud es un concepto asentado y se elige un perfil idealizado acorde con dicho concepto porque, para el consumidor general, el oud que se conoce es el que se reconoce como tal en un perfume. Mientras en Oriente cada persona tiene su tipo de oud favorito, pudiendo elegir entre el pungente oud hindú más cercano a la civeta, el dulce oud camboyano más similar al incienso y el benjuí, el aromático y verde oud de Indonesia o el refinado oud bangladesí con reminiscencias de suede; en Occidente las personas pueden optar por interpretaciones del material fragmentadas, limitadas a realzar una faceta general pulida en el mejor de los casos, una mera sugerencia en otros.
El oud a la occidental sigue un esquema general de carácter amaderado-alcanforado, construído con materiales de cedro, papiro y patchoulí sobre todo, en algunos casos se añaden resinas y declinaciones de miel, cuero y tabaco, pero el recurso más frecuente y quizás el más efectivo para reforzar el aura oriental del acorde oud es el toque de especias cálidas: comino, azafrán, pimienta negra, canela, etc que aportan vibración, textura y matices singulares en ciertos casos. Pero si la receta pretende tener cierta semejanza con el modelo, hay un elemento indispensable, digamos que es el mínimo común denominador: una nota fresca y amaderada que recuerda al incienso como materia prima -no como mezcla para quemar- como núcleo, con un toque alcanforado mezclado con la sugerencia de matices ambarados. Partiendo de esto el tema puede llevarse por distintos ámbitos más o menos frescos, más o menos estructurados, con mayor o menor elegancia.
Este oud básico y efectivo es el que respira en el corazón de Rose Malaki (2014) de Chopard; es tan sencillo y fácil de llevar que se podría etiquetar de casual. Así que no es tanto la reconstrucción de la nota de oud en sí misma lo que hace interesante a este perfume, sino el gran equilibrio entre matices y el haber conseguido crear un auténtico perfume de fusión.
Por un lado el acorde de oud, terso y fresco, es muy rico en cedro y el matiz alcanforado balanceando la faceta amaderada -vainillada-empolvada que aporta la cumarina y la vainilla consigue mantener el tema en un terreno neutro. Ni demasiado amaderado y masculino, ni muy floral y femenino. Una rosa a la árabe pero con el punto de partida en un bloque amaderado-ambarado típico de algunos perfumes de los 90´s como Feminité du Bois o la serie Incense de CDG. Este ya casi clásico moderno acabado amaderado es el protagonista principal del perfume pero todo lo que enmarca ese bloque son acentos que remiten a las míticas notas de los perfumes orientales, especialmente la rosa y el azafrán.
Son estos pequeños e intermitentes matices los que dan ese allure oriental al perfume, convirtiendo a Rose Malaki en un sutil y controlado perfume de rosas dulces y frescas, maderas ambaradas y especias. Esquemático, lineal y más bien plano pero increiblemente efectista. A ratos te deleitas con el frescor del cedro y al momento llega un delicado -porque es delicado- tono ahumado que sugiere incienso, ¿o es ese recuerdo a suede del azafrán lo que un momento crees haber olido? Luego aparece un tono más dulce, meloso en ocasiones, de rosa semiempolvada, suave y flotante olor a pétalos de rosas mezclados con vainilla que puede durar horas o ser como un relámpago en la distancia porque, otro rasgo del perfume, es que según la temperatura, es de una manera o de otra.
En general, las notas brillan más o menos al mismo tiempo. Tras una salida más aromática y masculina de acentos amaderados y frescor especiado, el perfume se asienta en la piel y deja que asome la rosa y un poco el azafrán. Con el frío se experimente aún más ese dulzor rosado pero en un contexto más cálido el perfume se vuelve más abierto y masculino, entonces es cuando se pueden apreciar matices de cuero y tabaco.
La colección Malaki de Chopard (Oud Malaki, Rose Malaki, Amber Malaki) tiene su punto de interés como esbozo de los perfumes árabes. Desde ese punto de vista y con un precio razonable cualquiera de los tres perfumes que la componen son una opción a considerar si se quiere algo no excesivamente complejo pero si con cierta personalidad. Tampoco pretenden otra cosa. Rose Malaki es, como el resto de la colección, convincente. Una combinación rosa-oud dentro del perímetro de seguridad que, pese a carecer de la profundidad y el contraste de otros perfumes del mismo estilo como Rose Oud de Kilian, resulta agradable de llevar.
Mmmm, qué ganas de probarlo Botanyuki! Gracias..
Hola Diana,
El perfume en su estilo está muy bien. El único problema de la colección Malaki es la distribución, es un poco difícil de encontrar en tiendas físicas.
Saludos,
Botanyuki.
Cuando esta primavera ande por allá,veré…o te preguntaré por dónde se encuentra.Un beso.
Buenas tardes, Botanyuki
Espero que no te importe, pero me gustaría hacerte una consulta; verás, quisiera que me asesoraras sobre posibles perfumes que puedan gustarle a una persona concreta. Sé que estás cosas las hacen (o deberían hacerlas) en tiendas especializadas, pero a pesar de haberme encontrado con vendedoras muy amables y complacientes por lo general se limitan a ennumerar una pequeña lista de perfumes similares al que llevas puesto. Lo curioso es que cuantos más detalles les doy más confusas parecen ellas. No conozco a persona física o virtual que más sepa de perfumes, no sólo sobre sus notas aromáticas sino las reacciones sensitivas que provocan en las personas. Por eso me gustaría pedirte consejo.
En primer lugar no es para mí, sino para mi madre. Yo no tengo más que leer tus artículos y entenderme un poco a mi misma para comprender lo que quiero: ternura y calidez. Mi madre en cambio siente rechazo hacia los perfumes que me gustan: «Nuit d’amour», «Water Caligraphy», «L’ eau d’hiver», «Lilly of the Valley»… y solo soporta «Prelude to Love» a ratos. Siempre ha sido una mujer libre y muy independiente y mis perfumes, que evocan refugio, la agobian. Tuvo un perfume-sello hace tiempo: «Royal Delight» de Creed, pero ya no lo fabrican; y salvo a «Artemisia» de Penhaligon’s no es fiel a ningún otro perfume. Le gusta mucho «Green Irish Tweed» pero si lo usa a menudo, se cansa.
Se compró «Tiare», de la marca inglesa Ormonde Jayne pero su olor a sotobosque no tiene mucha fijación y, lo más importante, le gusta pero no le encanta. También probó con «Peau de Soie» de Starck, pero aún gustandole mucho dice que la relación calidad-precio no está compensada. Personalmente yo siento un rechazo natural hacia ésta fragancia; en cambio la que me encanta es «Peau de Pierre», la oli una vez y no he podido quitarme su olor de la cabeza, exactamente lo mismo que me ocurrió con «Wazamba», es una atracción que no puedo explicar.
Volviendo al tema principal, quisiera que me aconsejaras algún perfume que pueda gustarle a una mujer que, más que ninguna otra cosa, aprecia la libertad. Lugares abiertos y modernos, odia todo lo antiguo o vintage. Tampoco le gustan los olores amaderados, frutales o muy florales. Gracias a mi (que aprendí leyendo tu blog) conoce muchas casas de perfumes y no le gustan «Serge Lutens», «L’ Artisan Parfumeur», «Chanel» y casi nada «Annick Goutal». Dicho esto, confío en que puedas ayudarme a encontrar un perfume que pueda gustarle a una persona con tales gustos.
Muchas gracias de antemano. Siempre es un placer nadar por tus artículos y empaparme de tus palabras.
Un abrazo enorme.
Hola Meroe,
Las recomendaciones siempre son difíciles y delicadas pero voy a intentarlo. Podemos decir que le gustan los perfumes Creed y similar a Royal Delight…¿Jasmin Imperatrice Eugenie? Y un equivalente de Green Irish Tweed sería Chez Bond de Bond Nº 9 pero efectivamente esto es repetir lo mismo que hacen en las tiendas: si te gusta A te gustará A´. Por cierto que a mi también me pasa lo mismo con Green Irish Tweed.
Pero si quieres ser más aventurada te aconsejaría probar con L´Air du Desert Marocain de Andy Tauer, un ámbar aromático poderoso. En esa línea también pondría Musc Ravaneur de Frederic Malle, Absolue pour le Soir (Femme) y Lumiere Noir pour Homme ( si le gusta GIT puede que le gusten otros etiquetados como masculinos) de Francis Kurkdjian, incluso Amouage Gold Men si buscas algo de corte más clásico y floral: jazmin y civeta son importantes aquí. Otra cosa que puedo recomendar si aún no lo ha probado, es la línea de perfumes Oud del mismo Francis Kurkdjian, cualquiera de los cuatro es interesante y bastante cercano al oud para ser occidental. Hay uno especialmente animalístico -un poco extremo- que si mal no recuerdo es el Velvet y otro acaramelado que es Silk, pero el que simplemente se llama Oud es especiado y funciona muy bien.
En fin, espero haber sido de ayuda y que puedas encontrar algo interesante para regalarle. El ejercicio puede ser complicado porque tenéis gustos muy diferentes y cuando eso ocurre cuesta mucho más buscar un perfume para otra persona porque dejar aparte lo personal y tratar de ser objetivo con lo que hueles requiere un esfuerzo extra. Paciencia es la clave.
Suerte y un abrazo,
Botanyuki.
Buenas tardes, Botanyuki
Te estoy muy agradecida, de verdad. Si acaso esperaba una pequeña lista de perfumes especiales pero desde luego no el mensaje tan detallado y preciso que has escrito, gracias. Tomo nota y probaré a oler (si encuentro) Jasmin Imperatrice Eugenie y Chez Bond. Por desgracia tengo que eliminar los perfumes ambarados -no sé cómo pero dice que mi «Nuit d’amour » le huele a ámbar y flores, y que no lo aguanta-. También quedan descartados los perfumes con nota de Oud (olio «Rose Oud», de Kilian y no le gustó en absoluto). Eso me deja los dos primeros, el de Frédéric Malle y los etiquetados como «masculinos» que me mencionas. Probaré suerte a ver si consigo encontrarlos y olerlos.
De todos modos, tal y como tú bien mencionas, es complicado buscar un perfume para una persona tan radicalmente opuesta a lo que una es. Sólo por poner un ejemplo: de todos los preciosos perfumes de Kilian el que más le gustó fue precisamente el único que a mi me produce rechazo, y no porque huela mal en absoluto, sino porque alguna nota despierta en mi sensaciones no muy agradables: «Liaisons Dangereuses». Va a ser difícil, pero voy a intentarlo. Tendré paciencia.
Muchas gracias por todo.
Hola Meroe,
¿Dices que le gustó Liasons Dangereuses? Interesante, además de las violetas el otro protagonista de la historia es el oud, un acorde de corte animalístico. El oud se puede expresar de muchas formas, aquí es más cuero.
Saludos,
Botanyuki.
Buenos días, Botanyuki
Ignoraba que «Liaisons Dangereuses» tuviera Oud, claro que no me quise acercar lo suficiente como para descubrir sus notas. Tiene mucho sentido que le gustara entonces, y es que o mucho me equivoco o «Royal Delight» tenía una importante nota de cuero que le encantaba. De hecho diría que si hay una nota olfativa que le gusta, es el cuero; pero no como protagonista. No sabría decirte cuales exactamente pero busque algunos perfumes con cuero y todos ellos le parecieron excesivos. Dice que le gustan los perfumes «especiales», bueno ¿Y a quien no, verdad?
Por cierto que he entrado en la web de Maison Francis Kurkdjian, y he encontrado fragancias aparentemente interesantes. Muchas gracias por tus consejos.
Hola, no suelo hacer esto, pero leyendo toda la conversación, me imagino que tu madre, por cómo la describís tiene algo que ver con mis gustos. Y pensé en el Parfum de Therese, de Malle. Perdón Botanyuki por meterme pero si querés podés borrar mi comentario, ya que no va dirigido a vos, sino a Meroe y su madre, que espero no se llame Teresa. Gracias, y gracias, siempre lo digo.
Hola Diana,
No veo ningún problema en que conversen lectores entre sí. La moderación de comentarios es por otras razones de orden.
Saludos,
Botanyuki.
Gracias Botanyuki, hoy día hay tanto ego en la gente que uno nunca sabe cómo nadie va a reaccionar.
Buenos días,
Con el permiso de Botanyuki te doy las gracias, Diana, por tu aportación. No he respondido antes porque lo último que quisiera es que un blog cultural -de perfumes, pero cultural después de todo- se convirtiera en un chat. No contemplé Le Parfum de Therese como opción porque si bien no lo he olido tengo entendido que tiene una característica nota de melón, y mi madre rechaza los perfumes frutales.
Estoy convencida de que aunque no te guste una fragancia (o varias) de una casa concreta, si la casa es buena de verdad como Kilian, Creed, Frederic Malle, Guerlain… al final siempre encontrarás una creación perfecta para ti. Así que busqué entre los jardines de Annick Goutal y encontré «Nuit Etoilee», le llevé una muestra y acerté: le agradó. Ya tengo perfume. Sin embargo, y ya que no he olido Le Parfum de Therese probaré a pedir muestras a Frédéric Malle si no han disparado los precios de las mismas. Gracias de nuevo, Diana.
Y, por supuesto, muchas gracias Botanyuki. Felices Fiestas.