Una típica, típica balada para celebrar el día de San Patricio: Molly Malone interpretada por The Ferrymen.
Día de San Patricio
17 domingo Mar 2019
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15 viernes Ago 2014
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aldehídos, almizcle, cardomomo, cedro, jazmin, mandarina, musgo, nardo-tuberosa, perfume, sándalo
* Romeo y Julieta (1884) de Frank Bernard Dicksee.
El diseño humano ha hecho de la naturaleza algo más natural que natural: ahora es hipernaturaleza. Es una simulación de la naturaleza que nunca existió. Es mejor que la cosa real, la naturaleza hipernaturaleza siempre es un poco más bonita, más impermeable y más segura que la del viejo tipo. Seamos honestos: en realidad es cultura.
Koert Van Mensvoort (2006) «Nature is not Green».
¿Mimesis o sublimación? En toda actividad creativa surge este dilema formal que, en el fondo, trata de decidir qué nivel de realidad se va a representar. La cultura del momento establece siempre los umbrales de lo aceptable y lo inaceptable mientras las mentes creativas intentan ofrecer su idea en estado óptimo.
El perfume, como producto artificial creado por el hombre, también se somete al juicio social. Las personas esperan, quizás más de lo que están dispuestas a admitir, cosas conocidas pero ligeramente diferentes a las que calificar como novedad. Los temas, por más que cueste aceptarlo, siempre se están renovando pero no se construye desde la nada algo completamente nuevo, siempre hay una fuente de inspiración. Es la metáfora del enano a hombros del gigante.
En algunos trabajos de Michael Roudnitska, especialmente en sus creaciones para Parfums DelRae, se lee con facilidad la impronta de la perfumería de los 70 y, en última instancia, del perfume Diorella del que se sentía especialmente orgulloso su padre Edmond Roudnitska. Conviene subrayar que el original Diorella era increíblemente verde además de afrutado.
El jardín de la luna. Diorella de Dior primero, Cristalle de Chanel después renovaron el género de los perfumes tipo chypre floral jugando con un acorde de jazmín verde en el que el Hedione tenía un papel muy relevante. Las flores eran más aéreas, luminosas y deliciosamente afrutadas. Estos perfumes representaron desde entonces un nuevo tipo de chypre diáfano y más abstracto.
Amoureuse (2002) posee ese mismo allure elegante pero ya no está escrito en clave de sol, sino en un registro más oscuro. Su contorno es el de las flores fragantes en un jardín nocturno: un jardín lunar donde sólo se plantan flores blancas para que sus pétalos reflejen la luz de la luna. Con luna llena el efecto puede ser hechizante y a la vez fantasmagórico. Traducido en términos de olor, esto significa que las flores muestran un filo oscuro con retrogusto animalístico.
Crudeza perfumada. La tuberosa y el jazmín pueden ser tan brutales…tan crudos sus olores que sólo la mitificación, el velo cultural sobre la naturaleza, los pone en sintonía con el sentido de la urbanidad. Pero, sin duda, la tuberosa resulta más peligrosa que el jazmín cuando se trata de crear armonías; pese a su gran riqueza de matices, tiene un carácter extremo y sólo se comporta bien cuando se une a ingredientes que comparten alguno de sus rasgos. Eso limita.
Amoureuse lleva al extremo la gran compatibilidad de la tuberosa con las notas verdes, convirtiendo el perfume en un diálogo entre verde vegetación que rezuma humedad e indolentes pétalos blancos que respiran en la oscuridad para acabar conjurando la imagen onírica de un bosque de lirios majestuosos y gigantes cuyo complejo olor muestra cierto encanto tropical.
Ese bosque de lirios es una ilusión creada por saturación: desde el inicio multitud de matices se despliegan a la vez creando algo denso y a la vez suave. Tonos afrutados de mandarina y plátano, incluso un fugaz recuerdo a melón que trae a la mente Le Parfum de Thérese, elementos frescos y medicinales que recuerda al laurel, algo de menta, mucho verde y un algo tímido de confitura de frambuesa junto a una calidez herbácea que hace pensar en manzanilla. El perfume al avanzar se simplifica, el jazmín toma el relevo y aparecen algunos matices salados de salicilatos, toques cerosos de aldehídos, una tenue nota de miel y, finalmente, una faceta amaderada-cremosa-empolvada de perfume chypre clásico con musgo, cedro, sándalo, almizcle y algo ambarado.
A veces, el verdor de la floresta y el dulzor de las flores blancas rompen el hechizo de la abstracción mostrando atisbos de realidad. Es una sensación un poco vertiginosa. Dos facetas bien complementadas ayudan a derribar la cuarta pared imaginaria desde la que creíamos contemplar la escena presentándose a sí mismas como el tono cítrico y la nota especiada, ambas muy bien dosificadas y embebidas en la faceta verde, pero que de vez en cuando destacan.
La corriente cítrica recorre gran parte del perfume oscilando entre piel de naranja amarga y pulpa de mandarina, en gran parte debido al aldehído mandarina. La faceta especiada, basada en cardomomo, tiene un carácter fresco y penetrante con recuerdos de eucalipto y canela aportando al perfume un efecto efervescente muy característico. Ambas juntas contribuyen a evocar el aroma del pittosporum (laurel australiano) cuyas pequeñas flores blancas tienen una fragancia que recuerda al azahar. No es la nota central -no para mi- sino un elemento abstracto y elusivo que gravita sobre el núcleo floral.
A veces pienso que la naturaleza hipernaturaleza es, de algún modo, no sólo la necesidad de rodearnos de algo verde y natural que nos ayude a sentirnos más en sintonía con nuestro entorno para vivir de forma más relajada, sino también la búsqueda de un refugio o de un paraíso. Y al hilo de ese argumento me surge otra idea, la de que también creamos un fenómeno paralelo al de la hipernaturaleza en nuestras relaciones: el del hiperamor, cuyo paradigma en el imaginario colectivo bien podrían ser Romeo y Julieta.
Una cosa tengo clara, la sensación de protección es una necesidad vital y, en ese sentido, sí puede ayudar un poquito un perfume. Creo que de alguna manera contribuye. Al menos para algunas personas puede ser una estrategia de afrontamiento o Coping.
07 sábado Jun 2014
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in≈ Comentarios desactivados en Writing 101. Día 5 : La nota perdida.
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Mientras leía pensaba que nada podría ocurrir pero la burbuja se rompió cuando al pasar página encontré una nota manuscrita. Había sido olvidada por alguien que había cogido el libro de la biblioteca antes que yo. Era totalmente inofensiva pero me causó inquietud. Me conmueven las notas perdidas, hacen que se despierte en mi un respeto hacia quien ha hecho el esfuerzo de escribir algo en una hoja. Decidí dejarla allí, en el mismo lugar que la había encontrado, quizás su autor recordara dónde la había dejado e intentara recuperarla.
27 domingo Oct 2013
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El factor clave para que la piel esté sana y bonita es la hidratación, pero para que su aspecto sea espléndido la luminosidad -que no el brillo- es la pieza clave. Incluir todos los días cítricos en la dieta es muy importante porque la vitamina C interviene en la producción de colágeno, ayudando a que la piel se regenere y sea más resistente, además de mantener mejor la firmeza y la elasticidad. El cuidado a través de la alimentación es siempre la base pero incluir también cítricos en las rutinas de cuidado de la piel es una buena idea. Para que un producto tenga cierto efecto la concentración en vitamina C debe estar mínimo en el 5% pero mejor un 10%; aunque hay bastantes marcas que incluyen este tipo de productos en su catálogo, muchos suelen tener menos concentración de lo que se considera efectivo. Nubo comercializa un serum concentrado al 12% y la marca de parafarmacia Sesvalia tiene toda una línea dedicada a la vitamina C que no está mal, aunque no tan concentrada.
Hacer nuestro propio tratamiento mediante una mascarilla es una opción bastante económica y que muestra resultados si se tiene paciencia y regularidad. La mezcla es sencilla: la pulpa de medio tomate con una cucharada de nata, el jugo de medio limón y un poco de miel. Todo junto se remueve bien y se aplica sobre la piel limpia con una brocha para extender el producto mejor; diez o quince minutos más tarde se aclara con agua fresca y si queréis dar un plus de tratamiento haced un segundo aclarado con infusión de té verde ya fría.
Pero a veces necesitamos o queremos algo más: ver la piel radiante al instante, especialmente en invierno cuando se seca más. Para eso solemos usar productos de maquillaje iluminadores en crema, polvo o líquido. Hoy quiero poner de relieve otras fórmulas iluminadoras porque tienen partículas iridiscentes pero incluyen ingredientes antioxidantes. En mi opinión son la mejor opción porque pueden dar luz y color, pero también suavizar la textura de la piel y ayudar a regenerar el cutis. Son un indispensable en el maletín de muchos maquilladores: Strobe Cream de Mac y Roibos Flash Repair de Veld´s. Ambos son productos multiuso basados en extractos naturales de té verde y roibos rojo respectivamente.
Strobe Cream de Mac, la fórmula clásica es una crema densa pero sedosa especialmente indicada para pieles muy secas o apagadas pero realmente puede usarse en casi todas las pieles debido a la versatilidad del producto. Existe una fórmula más ligera, tipo loción para las pieles más grasas. Puede aplicarse como una hidratante normal en casos extremos o mezclada con la misma hidratante, pero también funciona como tratamiento puntual para revitalizar la piel por sí sola o como complemento del maquillaje: mezclándola con la base para crear un efecto sutil pero global de luminosidad, aplicándola bajo la base si esta va a ser muy fina o usándola como un iluminador en zona específicas del rostro, para lo cual lo mejor usarla sobre la base a toquecitos, creando capas muy finas insistiendo en la zona hasta conseguir el efecto deseado. Una cantidad muy pequeña de producto puede hacer mucho y se extiende muy bien. Es como madreperla en un tubo, de base blanca pero rica en pigmentos rosados y ligeramente dorados así que funciona bien en tonos de piel muy claros, claros y medios. Es el típico producto que bien usado se le puede sacar mucho rendimiento.
Roibos Flash Repair de Veld´s es otro tratamiento antioxidante multiuso para todo tipo de piel con textura de gel cremoso que refresca y repara la piel, parecido a Strobe Cream en concepto pero con distinto pigmento. Tiene un tono entre terracotta-rosado y bronce aunque se comercializa en distintas intensidades pero lo más frecuente es encontrar el tono medio. Deja una pátina ligeramente bronceada sobre la piel, sutil pero útil si lo que se busca es añadir un ligero tono tostado a la piel sin añadir base de maquillaje. Es ideal para regenerar la piel tras un día agotador aplicando por la noche una cantidad generosa de este producto sólo por todo el rostro (se puede aplicar en el contorno de los ojos también) o mezclado con el tratamiento habitual. También ayuda a regenerar más rápido la piel cuando hay alguna heridita, especialmente en los labios. Ayuda a afinar la piel y a mejorar su calidad en sentido global. Yo tengo el de intensidad media (mi tono de piel está entre un NC y NW 15 en Mac) pero bien extendido hace el efecto de un bronceado muy suave.
Ambos productos funcionan bien por separado pero, por supuesto, se puede jugar con el contraste que ambos ofrecen para tener un aspecto arreglado sin usar mucho maquillaje: aplicando ambos para crear volumen y puntos de luz en zonas como las mejillas o la barbilla. Ejemplo: Roibos Flash Repair en mejillas y labios, Strobe Cream sobre el hueso del pómulo y bajo el arco ciliar. Un poco de corrector en la zona central del rostro si es necesario, un toque de polvos para los brillos en la zona T y poco más.
09 jueves May 2013
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in≈ Comentarios desactivados en Alfredo Landa (1933-2013)
05 domingo Ago 2012
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inHace casi veinte años que escuché por primera vez esta canción interpretada por Chavela Vargas. Quizás no sea una de las más famosas de su repertorio, pero es una de mis favoritas.
07 sábado Abr 2012
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inLas Aguas de Colonia de Santa Maria Novella son una delicia que conservan la vibración de las preparaciones farmaceúticas artesanales. El esquema compositivo de sus temas florales parte de las aguas de colonia más tradicionales, pero se dramatiza y enriquece con un aura de perfume vintage mediante el contraste marcado entre una salida fresca, cítrica-herbal sobre un fondo de cualidad radiante balsámico-amaderado con textura aterciopelada. Y, con frecuencia, la nota principal se evoca fugazmente. En su catálogo tienen una bonita variedad de soliflores, esta es una pequeña selección:
–Gaggia (mimosa). La flor de la mimosa es la absoluta protagonista aquí. En concreto, el olor que desprende una mimosa húmeda, cuando las notas más melosas, afrutadas y penetrantes se suavizan ligeramente y surgen con mayor claridad las tonalidades verdes acuáticas que los pompones amarillos esconden. Ligeramente cítrica en su inicio y con un corazón algo jabonoso y frío con lirio de los valles y recuerdos de geranio, se va haciendo más profunda con un toque de violeta tipo Après L´Ondée de Guerlain. El perfume tiene esa cualidad impresionista de atrapar un instante y hacerte sentir la lluvia: las partículas olorosas parecen quedar suspendidas por milisegundos en el aire, dejando que la nariz capte un aroma delicado. Esta es sin duda su mayor virtud: la delicadeza del retrato. Está a medio camino entre Spring Flower de Creed por su frescor afrutado y Cinema de YSL por su dulzor balsámico.
–Gardenia. La ilusión de una gardenia cuyo olor despunta verde y radiante entre la bergamota se funde en un corazón floral más denso, dorado y tropical. Mientras desde la base emerge una calidez ricamente balsámica y ambarada donde el recuerdo de L´Heure Bleue de Guerlain se hace más claro. Es uno de los soliflores más profuso y compacto de SMN.
–Garofano (clavel). La fórmula es de 1828 y se trata de un clavel muy especiado con clavo y pimienta, ligeramente empolvado con notas de vainilla y dotado de frescor gracias al de lirio de los valles que da cuerpo al núcleo. Garofano de Lorenzo Villoresi tiene el mismo patrón, con un regusto atalcado, y son muy parecidos en términos de olor; si bien el de SMN parece un retrato más suave al principio y a la vez más profundo, con un acabado ligeramente cremoso y balsámico. Sólo para amantes del clavel.
–Ginestra (genista). Como en Gaggia, se trata de un retrato impresionista, pero en este caso la composición se centra en un tema verde, herbal y aromático. Combina la estética artesanal con un acabado más pulido de los perfumes modernos, siendo una fórmula del 2001. Para quienes crean que Green Irish Tweed de Creed es demasiado, pueden poner esta fragancia en su lista porque tienen bastante en común…; según se dice, Ginestra intenta recrear el aroma de un verde campo escocés cuajado de retama. Independientemente de los paralelismos que ambos perfumes presentan, haciendo referencia a un tipo de paisaje y su olor- porque se parecen de verdad-, Ginestra tiene cualidades destacables por sí misma. Es un retrato vívido del verdor más aromático y amargo de la retama, y cada uno de sus estadios de evolución aporta un matiz diferente en la gama de los verdes. La salida tiene un efecto muy interesante porque logra crear una sensación de espacialidad y lejanía como pocos perfumes lo hacen: se huele el frescor cítrico herbal de la bergamota y la lima de tintes cumarinados pero, el tomillo que le da ese carácter tan singular queda más escondido. Es precisamente el matiz fenólico y oscuro que aporta esta hierba aromática lo que sirve de apoyo para ir creando un efecto de profundidad a través de las notas. Ese aspecto hace pensar más en un terreno forestal que en un campo de fina hierba. El corazón es una nota de heno ligeramente melosa y algo grasa con ténues tonos florales de narciso, flor de naranjo y de húmedo jacinto. Si la salida es el corazón del bosque, la base recoge una idea de la vegetación típica del sotobosque gracias a una intensa nota de musgo y un toque verde resinoso tipo lentisco. Un verdor muy logrado.
–Frangipani. De nuevo la sensación del frangipani es un retrato momentáneo que hace tomar conciencia de la flor entre una salida brillante y húmeda, un corazón empolvado y su base oscura y seca; también una fórmula que recuerda a algo, en este caso al EdT de Mitsouko por su contraste entre jazmín oscuro y los matices especiados de la violeta – contraste que recoge actualmente la fragancia de Diane von Fustenberg-. Pero por su estructura oriental-floral está más cerca de L´Heure Bleue. Sin embargo, la fórmula de SMN es anterior a todas estas referencias, es de principios del s. XIX. Tiene el mismo feeling evocador y vintage que Gardenia pero es más seco, amaderado y desafiante en su carácter. La salida es cítrica pero a la vez resinosa como el elemí, hay algo crepitante que aporta el tomillo y algo verde que hace pensar en el paisaje tropical donde la vegetación es densa gracias a la humedad. El corazón es básicamente floral, compuesto por jazmín, nardo e iris con el toque especiado de nuez moscada. Hay recuerdos de heno dulce entre en corazón y la base donde predomina más el carácter dulce y amaderado, con vainilla y sándalo. Un marcado tono coriáceo, ahumado y cinámico del bálsamo de Perú aporta el toque peculiar que puede resultar difícil de llevar. Sólo si adoras la flor de frangipani.
–Iris. Como perfume es potente y frío; en realidad es muy potente y muy frío. Parte con una nota de violeta cruda, atravesada por el helado y anisado espino blanco, pero evoluciona hacia un iris más bien rosado y jabonoso ( geranio y lirio de los valles) en el corazón; mientras en la base fluctúa entre la suavidad del almizcle avainillado y el carácter austero, amaderado y resinoso del ciprés. Refleja bien algunas características típicas asociadas al iris como es el efecto empolvado -que no está muy desarrollado pero está- y el sabor entre radicular y vegetal, metálico y extraño que le da ese aura de reflexividad. La fórmula es de 1901 y junto con Melograno es el perfume estrella de Santa Maria Novella. No en vano ambos comparten un carácter muy intenso, con más cuerpo y mucha fijación- más que otros perfumes de la casa- y además tienen una estética diferente: destacan entre el resto porque en vez de crear una ilusión bella y fugaz como en el caso de Frangipani o Gaggia, son un retrato dilatado de algunas facetas típicas del iris y la granada, respectivamente.
Sobre Officina Profumo Farmaceutica Santa Maria Novella y puntos de venta en España podéis leer más en el post que le dediqué anteriormente, pinchando aquí.
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