• About
  • Librería de Ensayos
  • Notas de Perfumes
  • Revisiones de Perfumes

Olibanum: cuaderno de perfumes

Olibanum: cuaderno de perfumes

Archivos de etiqueta: ciruela

Flip Flop review: Snob Le Galion.

13 lunes Mar 2017

Posted by Botanyuki in Revisiones de perfumes

≈ 2 comentarios

Etiquetas

albaricoque, azafrán, ámbar, ciruela, jazmin, melocotón, perfume, rosa, sándalo

En la resurgida marca Le Galion los perfumes femeninos son de halo suave y elegante. Todos tienen impreso este sello de estilo más bien conservador por el cual los riesgos han sido eliminados pero Snob es seguramente el más ejemplar de la colección porque huele a caro, más concretamente, huele caro y tradicional, siguiendo muy de lejos la estela de Joy de Patou pero sin la pungencia narcótica ni la intrincada complejidad de un perfume de antaño.

Cierto que el acorde floral tiene ese clásico regusto rico del jazmín adornado por la rosa pero sin estridencias. Lo que predomina por encima de todo es una suave flor blanca delicadamente afrutada y ligeramente especiada con azafrán. Esto del azafrán contribuye a perfilar una faceta lechosa de corte moderno en la que se mezclan también los aspectos frutales y la faceta más amable del sándalo. En el fondo huele casi como una magnolia muy idealizada, agitada por una brisa oriental.

Su evolución no cambia demasiado, es prácticamente esa flor blanca suave todo el tiempo, hasta que el perfil floral se diluye en un fondo ambarado amaderado discreto. Lo destacable de Snob, lo que digamos lo diferencia de algo como Dahlia Divin de Givenchy o perfumes de ese mismo estilo es que, por un lado, la faceta frutal entre ciruela, melocotón y albaricoque aporta un dulzor ligero que resulta encantador y, por otro lado, la textura tiene un efecto casi aterciopelado que delata el cuidado en los detalles.

Snob, cuya fórmula original data de 1951, es en su actual forma una opción ideal para quien, admirando la riqueza de perfumes como Joy de Patou o Scherrer 2 de Jean Louis Scherrer o incluso Femme de Rochas, huya de las huellas vintage de tales perfumes. Dicho de otra manera, perfecto si se quiere un perfume que huela caro, seguro y a la vez entrañable.

El filo incandescente: La Fille de Berlin de Serge Lutens.

21 miércoles Ene 2015

Posted by Botanyuki in Revisiones de perfumes

≈ 15 comentarios

Etiquetas

almizcle, azafrán, cedro, ciruela, frambuesa, manzana, perfume, pimienta, rosa, sándalo, violeta

rosaroja

Esta rosa es tenaz. En medio del frío invernal que llena todo de silencio y quietud, ella se empeña en recordarnos el reverdecer en primavera, haciendo que el frío parezca menos gélido, más vivaz y prometedor. Esta antigua rosa rosa, tan intensa como compleja, se arrebata por el calor de la piel y, como el metal incandescente, enrojece.

Esta rosa cuya savia es como lava persiste en su promesa anunciando que llegarán las tardes de verano en las que la tierra caliente rezume perfume. Lo dice dejando que sus pétalos aterciopelados expandan generosamente su fragancia envolvente. Ahora es de un rojo rosado muy intenso, como carmín de garanza.

En el centro de esta rosa ya casi granate estambres como dagas de hierro bien templado rebanan el aire con su intenso olor almizclado. La flor se ha vuelto combustible. Si acercas la nariz te embriagas. Tal es su poder de narcosis y, en vano, intentarás mantener la distancia porque un ávido deseo te empujará a acercarte; así es de magnética.

Fille de Berlin

Esta es una rosa perfecta. Está llena de memoria, de tonalidad y de ritmo. Juntos estos elementos son capaces de crear una ilusión tridimensional. Por separado son sólo retazos o quizás jirones…

Su tonalidad en sí misma es ya memoria. Porque ¿cuántas personas tienen hoy la oportunidad de hundir su nariz en el cáliz de un rosa de estirpe antigua? Una de esas rosas de color rojo vivo y de olor intenso. Ahora las rosas de jardín tienen un olor más tímido, las flores de invernadero no tienen olor y los perfumes de rosas más modernos ofrecen esta realidad de rosas híbridas que apenas tienen fragancia. Con suerte las creaciones modernas más detallistas ofrecen rosas ligeras, brillantes, mecidas entre algodonosos almizcles blancos que perfilan un poco ciertos matices frescos o recrean un tono más redondo de bouquet de rosas mediante un acabado empolvado, vainillado y afrutado. Una rosa roja antigua es otra cosa, de hecho, puede que para algunas personas sea más una leyenda que una realidad.

Perfumes que se dicen de rosas hay miles. Algunos son sencillos pero deliciosos en su delicadeza, sin embargo,  la mayoría son simples y sin detalles. Eso de las rosas así intensamente florales y llenas de complejidades o son cosa del pasado o son cosa de un perfume niche. Y dejemos claro que no todas las firmas niche se atreven con el tema.

La Fille de Berlin es niche, se atreve y mira hacia el pasado. Atrae porque recuerda a algo conocido y apreciado. Notaréis que tiene ese aire ¿verdad?  Aunque no es antiguo, es más bien arcano… No pretende un efecto final retro sino atemporal que retenga cierto frescor. Para ello las capas del perfume son densas pero transparentes permitiendo que se despliegue una riqueza de matices profundos y, sobre todo, inesperados que emergen entre ellas con tersura y suavidad. Especial atención merecen los matices verdes, esenciales para construir un buen perfume de rosas -sobre todo de rosas damascenas-. Aquí lo verde es rico y variado; va desde el herbal té y lo vagamente alcanforado que recuerda al romero, pasando por un frescor húmedo y especiado que hace pensar en el anís hasta la pungencia de los matices más oscuros del geranio. Esta veta verde está presente durante la mayor parte de la evolución del perfume, entretejida con la faceta especiada y un filo metálico muy fino.

Las especias templan ese matiz metálico. El recuerdo a clavo es sobre todo eso, un recuerdo. Lo que domina es la pimienta negra que da un acabado finamente terroso y húmedo al cuerpo del perfume permitiendo crear esa sensación de flor viviente que en otros perfumes de rosa se busca con el patchoulí. Este es uno de esos legendarios giros de los perfumes de Serge Lutens. Pero si lo que domina es la pimienta, lo que le da más singularidad es la pungente, fresca y un poco fenólica nota de azafrán que sombrea la faceta verde del perfume.

Como Une Rose de Frederic Malle es una rosa roja con un filo animalísitco y su fondo tradicional de maderas preciosas y ámbar pero sin ese acabado chyprée . La Fille de Berlin es menos sobria. Tiene un sensual tono licoroso y también un toque dulce como de mermelada de frambuesa que la hacen más tierna y, sin duda, es más romántica porque se centra sobre todo en las facetas almizcladas de la flor, esas que se perciben cuando hueles de cerca una rosa madura. Además explora con detalle la textura aterciopelada y los matices afrutados que brindan los pétalos de las rosas rojas. El perfume se recrea en esos recuerdos a manzana, a frambuesa, a mora o a ciruela dejándolos surgir y transformarse paulatinamente uno en otro a lo largo de la evolución. Sin olvidar ese discreto toque de caramelo de violeta que sin duda despierta algo en la memoria de muchas personas.

Tonalidad, memoria…queda por decir algo sobre el ritmo. En mi opinión esa es una cualidad única que sólo poseen los mejores perfumes de rosa. Y La Fille de Berlin lo tiene.

El ritmo no es algo fácil de plasmar en un perfume pero la rosa lo posee en su naturaleza. Es por tanto un ritmo intrínseco, insondable, indefinido, como el de la música antigua: un ritmo que el perfumista tiene que cuadrar para lograr en el perfume un efecto natural. Y eso de nuevo surge de la riqueza y también de la coherencia de matices con que se construye -desde la base hasta el detalle más ligero- la tonalidad, y en cómo se crea el contraste entre esos matices para expresar un brillo delicado o saturado, un contraste brusco o un claroscuro refinado, etc. Es un poco como el efecto que tiene el contrapunto en la música barroca: da textura y movimiento a una frase sencilla gracias a la armonía que crean las distintas notas al unísono. Sí, música y perfumería convergen en algo que podríamos llamar capacidad para construir metáforas.

En el fondo ese es el secreto de un perfume de rosa, la capacidad de presentarse con sencillez y desplegar a la vez acordes más complejos que se mantienen en el aire con persistencia y ligereza. Es una cuestión de ritmo, de tonalidad y, en definitiva, de equilibrio y buen gusto para elegir las notas. Sólo así, con filos y con matices, se consigue dotar un perfume de rosa con la tenaz complejidad que la flor tiene al natural.

*En el período barroco el ritmo musical no estaba aún definido como ocurre con épocas posteriores, no era algo claramente binario o ternario. Las interpretaciones de música barroca pasan por un trabajo de estudio previo en el que se decide una cuadratura para darle ese aire «a la antigua». Obviamente la música actual que se recrea en el Barroco si que tiene un ritmo identificable y por eso nuestro cerebro distingue entre aquello que suena a antiguo y eso que crea la ilusión de un sonido antiguo. Igual que puede distinguir entre el olor natural de una rosa y el más perfecto perfume de rosa que podamos imaginar,siempre va a haber un eslabón perdido entre la realidad y la ilusión de realidad. Como ejemplo de música contemporánea inspirada en el Barroco el momento musical de esta ocasión: Song of Time de Abel Korzeniowski.

Rosas bohemias: 1889 Moulin Rouge de Histoires de Parfums

28 martes Ene 2014

Posted by Botanyuki in Revisiones de perfumes

≈ Comentarios desactivados en Rosas bohemias: 1889 Moulin Rouge de Histoires de Parfums

Etiquetas

absenta, almizcle, canela, ciruela, iris, mandarina, patchoulí, perfume, rosa, Vainilla

moulin rouge

Los perfumes que expresan facetas cosméticas, cremosas o empolvadas, remiten a una idea de femineidad tradicional y también a cierto sentido de la comodidad. Pueden ser intensos y dejar una estela de olor muy sólida, pueden exhibir un carácter muy coqueto, pero rara vez llegan a ser narcóticos.

Siendo el Moulin Rouge un cabaret icónico resulta convincente que un perfume inspirado en el lugar ofrezca este tipo de nota, entre otras. Y siendo yo reticente a creer que haya algo de romántico en ese ambiente de frenesí, tengo que reconocer que el perfume creado para celebrar los 120 años de existencia del lugar presenta una nota de rosa conmovedora, con cierto recuerdo cosmético de barra de labios. Así, ante el perfume, mi mente hace un desplazamiento hacia el imaginario de la película de Baz Lurhmann (2001) y la figura de Satine, la cortesana capaz de apreciar y creer en la poesía bohemia que habla de la justicia y la nobleza del ser en medio de un ambiente oscuro y desesperado.

1889 Moulin Rouge (2009) tiene un núcleo clásico de rosa e iris pero en lugar de quedarse en el tonalidad retro chic de la cosmética lujosa guardada en fino bolso de piel, va más allá y se convierte en un guiño a Le Parfum de Thérese al elegir rodear la rosa de redolentes notas alcohólicas que recuerdan a la fruta muy madura, al transformar la nota fina de cuero blanco del perfume de Edmond Roudnitska en una base almizclada con recuerdos de castóreo y pieles y, finalmente, al cambiar el aspecto verde y jugoso de melón que el clásico perfume tenía entre la salida y el corazón por algo más nuevo y aromático: la nota de absenta, amarga y anisada. Lo que no termina de emular el perfume de Histoires de Parfums es el tono chyprée aunque su fondo sea seco, oscuro, empolvado y sensual.

La salida puede desorientar: huele a jarabe de frambuesa, a gominolas de regaliz rojo, a caramelo de fresa y frutas confitadas pero ese tono goloso tiene profundidad y enseguida se percibe como el dulzor juguetón deja paso al dulzor alcohólico que anuncia la nota de ciruela madura. Ésta introduce un aspecto serio en el perfil de las frutas y se acompaña de matices indólicos propios del jazmín. Pero no es el jazmín la flor que destaca sino la rosa, terriblemente afrutada, especiada y cálida como la rosa de Marruecos. Casi escarlata, persistente y muy profunda a la que a ratos acompaña esa faceta algo grasa y cosmética de barra de labios. El patchoulí sostiene la rosa y prolonga durante un tiempo la tonalidad afrutada pero, según el perfume se evapora y se acercan las notas de base, se vuelve más almizclado y sombrío, insinuando algo animalístico y provocativo sin llegar al sofocante exceso.

1889 Moulin Rouge tiene la capacidad de confundir con su estructura. Puede leerse como un floral almizclado, como un fruitchoulí sofisticado, incluso como un perfume de cuero floral. Reúne citas diversas, es cierto – yo leo Le Parfum de Thérese en el perfil general y algo de la tonalidad oriental y fresca de Douce Amére de Serge Lutens en los pequeños matices – pero, en conjunto, se puede decir que da un giro al acorde cosmético tradicional. Ofrece algo más radiante y narcótico, menos coqueto…más dramático y bohemio.

moulin-rouge-1889

Mousse de almizcle y rosas: Mogador de Keiko Mecheri.

27 sábado Jul 2013

Posted by Botanyuki in Revisiones de perfumes

≈ Comentarios desactivados en Mousse de almizcle y rosas: Mogador de Keiko Mecheri.

Etiquetas

almizcle, ciruela, jazmin, perfume, rosa

petalos

Los perfumes de Keiko Mecheri son sencillos de leer, no suelen tener muchos capítulos, pero si párrafos bien elaborados. Normalmente tampoco sorprenden por su tremenda originalidad sino por su delicadeza (Cuir Cordoba), su cromatismo (Oliban) o por la solidez del tema (Peau de Pêche). Y, de alguna manera, acaban creando un efecto de cercanía singular. Algo que remarca la relación del perfume con la piel.

Sin embargo, en Mogador hay algo familiar que se percibe nada más olerlo y, de forma vaga, según el perfume avanza, esa sensación aumenta. Aunque su familiaridad no radica sólo en el hecho de que este sea un perfume basado en el acorde de los acordes: rosa más jazmín. Hay algo más.

Keiko Mecheri dijo en una ocasión que su intención en Mogador era recrear una rosa de Dades clásica, de olor profundo y especiado con algún matiz fiero. Una idea sencilla pero poderosa.

Y básicamente eso es Mogador, el retrato de la rosa centifolia de Marruecos que, por naturaleza, tiene un aroma con mucho cuerpo y carácter contrastado aunque persistentemente frutal, con tonos secos casi herbáceos bajo un velo de humedad. El toque de jazmín luminoso, con sus vapores indólicos, refuerza no sólo el estilo clásico de femineidad del perfume, sino también la faceta animalística.

La salida de forma suave muestra un efecto rosa chicle característico de ciertos perfumes vintage, pero este es un matiz propio de la rosa de Dades. El corazón del perfume desarrolla aspectos melosos y especiados como de clavo y, mientras la fragancia se despliega hacia el fondo, cierto dulzor confitado y lánguido comienza a hacerse cada vez más evidente. Un aspecto muy reconocible, sugerente también, con cierto aire de chypre frutal, mezcla de almizcle y ciruelas, que en J´Adore de Dior y en Liaisons Dangereuses de Kilian encontramos renovado gracias a la maestría de Calice A. Becker, autora también de Mogador. Este elemento dulce y jugoso da un acabado más suave y sedoso, como de mousse de rosas que completa el círculo de las características típicas de la rosa de Marruecos con un toque gourmand y, por tanto, redondea el perfume.

Mogador está hecho para quienes busquen un perfume de rosa afrutada algo narcótico, con suficiente relieve en los contrastes como para ser interesante pero sin que el tema se diluya en complicadas torsiones barrocas. Clásico sin ser retro y moderno sin renunciar a la opacidad. Rosa todo el tiempo, con distintas sombras y matices, pero manteniendo el brillo. En mi opinión personal tiene ese tipo de efectividad única que aportan los sabores fuertes en la cocina, capaces de conseguir impacto sin demasiada elaboración, aunque no se pueda definir como un perfume explosivo. Al contrario, tiene la suavidad indulgente de un postre elaborado.

mogador

En torno al almizcle y otros matices de piel: las notas frutales.

26 viernes Abr 2013

Posted by Botanyuki in Ensayos

≈ 6 comentarios

Etiquetas

albaricoque, ciruela, mango, manzana, melón, melocotón, pera, perfume

eucharis
*Eucaris, muchacha con cesta de frutas (1863) por Frederic Leighton.

La tonificante sensación de un vino herbáceo, el subyugante dulzor de un melocotón completamente maduro o la verde cremosidad del plátano son bizarros acentos frutales para un perfume. Desde la atracción inmediata delos sentidos al sutil encanto; de lo lánguido a lo tórrido, desde lo alegre a lo audaz, lo frutal es un aspecto más allá de lo simplemente dulce o jugoso. Despliega, en realidad, un universo de tonalidades: verdes(manzana, pera); amarillas(melocotón, albaricoque); oscuras(frutos rojos, granada, ciruela); exóticas(mango, papaya, guava, coco, piña) con las que inyectar no sólo carácter sino también extravagancia, sensualidad, dramatismo o una luz diversa en el perfume. Aunque cuando decimos notas frutales la idea que salta en la mente suele ser algo similar al dulzor de la granadina, característico del grupo floral frutal, en realidad eso sólo es una parte del espectro.

Pese a la capacidad de algunas notas cítricas como la mandarina para introducir dulzura o un efecto pulposo, las notas hepérides se diferencian de lo frutal por el nivel de frescor y luminosidad. Lo frutal se mueve en un arco de matices entre lo acidulado, lo verde y lo floral; añadiendo un efecto agradable de textura tersa, de cremosidad o un halo etéreo más ténue. Puede tener un acabado ligero, vivaz o sensual cuando evoca la idea de piel.

Los aspectos frutales oscuros y profundos o finos y envolventes han podido estar presentes en los perfumes tradicionales de alguna forma. La tintura de ámbar gris o el aceite de almendras amargas son ingredientes capaces de dar un matiz afrutado global a una composición. Pero también las propias flores y las destilaciones que de ellas se derivan pueden presentar elementos frutales más o menos agudos. Ejemplos clásicos:

-La rosa encierra matices de pera, frambuesa, litchi.
-Algunas variedades de jazmín tienen una nota de plátano bastante marcada, otras de albaricoque.
-El nardo tiene notas lactónicas de coco que pueden variar desde agua de coco a leche de coco.
-Los distintos materiales de iris pueden tener acentuados los matices de melón, melocotón o frutos rojos.

Además, los químicos aromáticos desde inicios de la perfumería moderna permitían trabajar esta faceta de forma más detallada, más preciosista incluso. Por ejemplo, la vainillina recuerda un poco al albaricoque, el antranilato de metilo que es fundamental en la composición de L´Heure Bleue tiene matices de uva, de mandarina y de fresa.

En realidad, con el inicio de la perfumería moderna lo que tradicionalmente fuera como un velo de celofán envolviendo el bouquet, para embellecer de forma general la composición, se amplifica y se potencia con las nuevas posibilidades que brindas los químicos aromáticos. Fougére Royale de Houbigant, considerado el primer perfume moderno por usar una gran dosis de un material de síntesis en su base tenía un fino aspecto frutal: la cumarina con su matiz de almendra y la salvia esclarea con su peculiar aroma a vino de ciruelas aportaban un oscuro y profundo tono afrutado en su base.

Le Fruit Defendu (1914) de Paul Poiret fue un perfume aldehídico cremoso redolente de un dulzor frutal entre albaricoque-plátano y ciruela que escandalizó por el punto empalagoso que alcanzaba. Algo de ese efecto lo podemos experimentar hoy en Jungle l´Elephant de Kenzo.

Mitsouko de Guerlain, con su compleja nota afrutada, seca y lactónica a base de aldehído C14 y Persicol (una base de melocotón) no hace sino extender ese aspecto de fruta ya madura que también tenía Le Chypre (1917) de Coty por un efecto derivado de la salvia esclarea. Pero el de Guerlain tiene un carácter más oscuro y seco, que después será una característica de los chypre frutales con su dulzor texturizado, profundo y velado. Este grupo de perfumes ejemplifican el paradigma de la complejidad y riqueza que las notas frutales pueden dar, un tipo de sensualidad abstracta y a la vez natural.

lauer
Bodegón con rosas, melocotón y vino de Josef Lauer.

Pongamos en la mente la sensación del olor de un perfume clásico y la de uno actual. Independientemente del tema que desarrollen los dos hay un par de características muy notables: la mayor transparencia y la mayor separación entre notas del contemporáneo. Y es que los perfumes clásicos son profusos, a veces incluso saturados, de manera que los matices son como pequeñas pinceladas o como finas veladuras. En esa condensación de materia olorosa, lo frutal permanece cautivo en el corazón de los perfumes.

acuatico

Habiendo más espacio entre las notas también comenzaron a variarse los matices en cada fase de evaporación. Edmond Roudnitska con su magistral uso de las notas frutales anticipó varias décadas los temas acuáticos y transparentes de los noventa. Su nota de ciruela en Femme de Rochas aún tiene el clásico aspecto de frutas oscuras, pero ya en Diorissimo introduce un matiz frutal sutil y peculiar cercano al albaricoque maduro y las moras en la salida al incluir una nota de boronia. Aunque la gran aportación en este terreno es Le Parfum de Thérese con su salida acuática de melón y su corazón de ciruela. El efecto brioso y enérgico de una fruta acuosa y verde es el perfil que proliferó en los noventa con la popularización del Calone que añade notas de melón y sandía junto al aspecto marino. Acqua di Gió es el prototipo en esa década. Hoy ese aspecto acuático se trabaja de forma más vibrante aún, incluso incisiva, al reforzarse con notas de ruibarbo que aportan un acabado incandescente entre vegetal y tropical. Acqua di Gió Essenza o Un Jardin sur le Toit de Hermès son ejemplos de esta nueva tonalidad.

En los 70´s nace L´Artisan Parfumeur y con ella una incipiente perfumería alternativa. La marca comienza con un perfume frutal basado en almizcles: su icónico Mûre et Musc. Otras casas de perfumería artesanal también comenzaron a explorar las notas frutales de forma específica: Folavril (1981) de Annick Goutal es un cremoso perfume aldehídico con nota de mango y L´Ombre dans l´Eau (1983) de Diptyque se basa en un acorde entre rosa búlgara y grosella negra que reproduce un efecto de bayas rojas muy veraz.

También en los 90´s hubo bastantes ideas buenas, pero su popularidad hizo que el patrón se repitiera hasta la saciedad. Los productos funcionales comenzaron a explorar otros territorios. La dulce fragancia de frutos rojos y osmanthus del champú Herbal Essence se convirtió en un olor deseable. También los gourmand adquirieron relevancia: gracias a Angel de Thierry Mugler y Le Premier Parfum de Lolita Lempicka los orientales se renovaron con notas oscuras que de nuevo pusieron en el punto de mira la faceta golosa de los frutos rojos ahora ya con un nuevo protagonismo, con una identidad propia.

El problema en sí mismo no es la extroversión que alcanzaron las notas frutales, sino que desde entonces se ha disparado el número de fragancias que se lanzan al año con poca singularidad, o con una singularidad que no va más allá del frasco y la campaña publicitaria. Es decir, los productos genéricos se han multiplicado hasta saturar, despersonalizando lo que en origen fueron buenas ideas. Muchas de las notas frutales que hoy en día se crean no se caracterizan por su detallismo o verosimilitud sino por un persistente dulzor. La mayoría se formulan a partir de almizcles blancos.

Algunos de estos almizcles blancos aportan un efecto frutal de calidad como el lechoso Ambretolide o Helvetolide con su fina nota de pera y mora. Sin embargo, el problema básico de este tipo de aromas es que acaban percibiéndose como genéricos porque están presentes en una gran cantidad de productos.

mukimono5

De esta ubicuidad también es culpable un subgrupo muy específico de perfumes florales: los floral-frutales con Daisy de Marc Jacobs como abanderado. Si pensamos que el arco de las fragancias florales- de por sí ya dulces- es el más favorecido por el público femenino, la faceta frutal, especialmente de frutos rojos, supone un nuevo modo de rejuvenecer el tema alejándolo de los frágiles soliflores o de los grandes florales que hoy el público más joven tiende a aborrecer porque se asocia con años de más. Caramelo y frutas son pues el olor de lo que se considera joven. No es de extrañar que en algunos casos este tipo de fragancias acaben consumiéndose como un complemento.

Pero no hay que olvidar que las notas frutales son mucho más que eso. En los perfumes clásicos este matiz siempre tenía un filo de calidez animalística (Chamade de Guerlain) o un aspecto que delatara la madurez del fruto, a veces demasiado maduro, ya redolente de un dulzor con matices melosos o alcohólicos (Yvresse de YSL). La davana, el brote de grosella negra, el osmanthus, la mimosa son algunos ingredientes que pueden proporcionar esos acabados.

La riqueza del matiz es lo que acentúa el carácter de algo, lo que da profundidad, lo que hace que un perfume sea memorable. Hace ya cuatro años, cuando comenzaba a escribir en el blog, dediqué una mini entrada a lo frutal llamada Cornucopia. Trataba de recordar que el aroma de una fruta no es algo simplista sino alegre, audaz, osado, exuberante, tierno, delicado…por eso quisiera para el aniversario del blog volver a retomar ese discurso inicial y ampliarlo en esta entrada. Porque lo frutal es frecuentemente denostado por parecer demasiado fácil de apreciar. Algunos aromas frutales son difíciles de concretar y quisiera insistir en que las frutas siempre han sido un artículo de lujo por muy común que nos parezcan hoy en día. También son símbolos cargados de valores culturales en distintos paises.

Y ya que es el aniversario del blog, además de hacer una lista de algunos perfumes completamente frutales o con importantes facetas afrutadas, quisiera dejar uno de esos ejemplos de símbolo cultural con una bonita canción de la tradición sevdalinka: Zunte Dunje -versión Davorin Popovic- (Membrillos Amarillos) cuyo lento tempo y rica melodía crea una textura musical que a mi me hace pensar en esa pureza que una nota frutal puede ofrecer cuando no se usa con cinismo. El tema de la canción es un amor malogrado.

serge-lutens-jeux-de-peau

Frutales de principio a fin: Pulp de Byredo, Petite Chérie de Annick Goutal, Chanel Nº18 Les Exclusifs.

Manzana: Burberry Women, Traversée du Bosphore de L´Artisan Parfumeur, Idylle EdP de Guerlain, Aventus y Spring Flower de Creed, Rose d´Eté de Les Parfums de Rosine.

Pera: Petite Chérie de Annick Goutal, La Belle Hélene de MDCI.

Cereza/licor de cereza: L´Heure Bleue, La Petite Robe Noire y L´Instant Magic de Guerlain; L´Ambre des Merveilles de Hermés, Del Pozo In Black, Louve de Serge Lutens, Jubilation 25 de Amouage.

Melón: Acqua di Gió, Le Parfum de Thérese.

Sandía: Un Jardin après la Mousson de Hermés.

Frutos rojos: Chypre Rouge de Serge Lutens, Insolence EdT de Guerlain, Hot Couture de Givenchy, Amor Amor de Cacharel, Sublime Balkiss de The Different Company, Del Rae Bois de Paradis.

Ciruela: Acqua Fiorentina de Creed, Feminité du Bois de Serge Lutens, J´Adore de Dior.

Albaricoque: Epic Woman de Amouage, Coco Noir de Chanel, Gucci Rush, Jeaux de Peau de Serge Lutens.

Melocotón: Coco Mademoiselle de Chanel, Mitsouko, Nahéma y Nuit d´ Amour de Guerlain, Peau de Peche de Keiko Mecheri, Péché Cardinal de MDCI, La Dolce Vita de Dior,

Litchi/Lychi: Dzongkha de L´Artisan Parfumeur, Idylle Eau Sublime de Guerlain.

Mango: Folavril de Annick Goutal, Timbuktu de L´Artisan Parfumeur, Bombay Bling de Neela Vermeire, Un Jardin sur le Nile de Hermès.

Fruta de la pasión: Liaisons Dangereuses de Kilian, Fraiche Passiflore de Maitre Parfumeur et Gantier.

Piña: Virgin Island Water de Creed, Histoires de Parfums 1804 George Sand.

Y por supuesto el higo que está entre lo verde, lo amaderado y el dulzor meloso con toques lactónicos: Ninfeo Mio de Annick Goutal, Premier Figuier de L´Artisan Parfumeur.

AG-boulePetitCherie

¿Qué perfume? Busca un olor.

Sigue el blog si te gusta a través de las actualizaciones en tu correo electrónico.

Únete a otros 1.011 suscriptores

Nota de Heliotropo

Laberinto Fu

El Mundo de la Rosa

Categorías

  • Archivo de Christmas de Olibanum blog
  • Archivo general
    • Perfume Tour
    • Un poco de Historia
    • Usando perfume
  • Ensayos
  • Laberinto Fu
  • Notas de Perfumes
  • Revisiones de perfumes
  • Uncategorized

Fragancias Míticas.

Calendario

marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
« Ago    

Archivo mensual

Blogroll

  • Aroma Esencias
  • Bois de Jasmin
  • Chroniques Olfactives
  • EauMG
  • Esprit de parfum
  • Musque-Moi!
  • Nero Profumo
  • Now Smell This
  • Photolfactives
  • Salon de Parfum
  • Smellyblog
  • Tauer Perfumes
  • Té de violetas
  • The Scented Salamander
  • Ver otros blogs en castellano
  • What men should smell like

Algunos perfumes favoritos.

Blog Stats

  • 1.252.886 hits

Mis tableros de Pinterest

Pinterest Icon

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Blogging University

Blogging U.

El Perfume del Mes: Vanille Insensée

El consejo del mes: Naricilla

Las entradas más vistas

  • Ninfeo mio de Annick Goutal
    Ninfeo mio de Annick Goutal
  • Acordes míticos y memoria olfativa: olor a talco, polvos de arroz y cosmética retro chic
    Acordes míticos y memoria olfativa: olor a talco, polvos de arroz y cosmética retro chic
  • Vetiver: El aceite de la tranquilidad.
    Vetiver: El aceite de la tranquilidad.
  • Materias primas: Cashmeran o Madera de Cachemira
    Materias primas: Cashmeran o Madera de Cachemira
  • Notas de Perfumes
    Notas de Perfumes
  • Sobre el ámbar I: Lo que flota en el agua.
    Sobre el ámbar I: Lo que flota en el agua.
  • Flip Flop review: Olympéa de Paco Rabanne.
    Flip Flop review: Olympéa de Paco Rabanne.

Las etiquetas más frecuentes

albaricoque aldehídos almendra almizcle angélica azafrán azucena- lirio blanco benjuí bergamota canela caramelo cardomomo Cashmeran castóreo cedro cereza civeta clavel clavo cuero cumarina empolvado flor de naranjo frambuesa frangipani gardenia geranio haba tonka Hedione Heliotropo hoja de violeta incienso iris jacinto jazmin jengibre labdanum lavanda limón lirio de los valles madreselva magnolia mandarina manzana maquillaje melocotón miel mimosa mirra musgo naranja narciso nardo-tuberosa neroli osmanthus oud patchoulí perfume pimienta pimienta negra pimienta rosa pomelo regaliz rosa salicilatos sándalo té verde Vainilla vetiver violeta Writing101 ylang-ylang yuzu ámbar ámbar gris

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • Olibanum: cuaderno de perfumes
    • Únete a 1.011 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • Olibanum: cuaderno de perfumes
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...
 

Debe estar conectado para enviar un comentario.