* Detalle de Alegoría del Olfato (1618) por Jan Brueghel, El Joven.
Aunque las palabras cambien de sentido por el uso a menudo suele quedar un residual en el habla cotidiana de su significado original. Siendo el idioma algo dinámico, este fenómeno ocurre sin que nos demos cuenta, olvidando de dónde vienen. A veces ocurre que los cambios sólo se dan en un área específica del lenguaje y es un grupo pequeño de personas las que dan un nuevo sentido al vocablo, mientras el resto mantienen el significado cotidiano. En perfumería este es el caso de aromático, uno término esquivo que necesita más que otros del contexto para mostrar su verdadera cara.
El uso general de esta palabra hace referencia a algo que desprende un olor intenso pero con ciertas cualidades. Decimos que algo es aromático cuando percibimos:
-Que es agradable, un poco dulce incluso…porque de lo contrario exclamamos ¡Qué olor, qué peste!
-Que es ligero, en comparación con un aroma pesado como el de la tuberosa.
-Que es fresco, como sentir el aire del campo, en comparación con un ambiente cargado por falta de ventilación.
-Que tiene cierta intensidad nasal, es decir, que es penetrante como el iris.
Por ejemplo, asociamos que un té (en seco) es de buena calidad porque es muy aromático, esto es, que tiene un rico aroma natural. En boca esto se traduce en un sabor que despliega múltiples matices más allá de lo sabroso.
El origen del término es oscuro. Se cree que, viniendo de un idioma oriental, se incorporó a la lengua griega con el sentido de «planta de fuerte olor». Pasó al latín y, por metonimia, ha acabado significando «intenso olor». Ese es aún el uso común de la palabra pero queda, en cierto modo, el sentido residual del universo herbal pues algo aromático siempre parece remitir a la experiencia de respirar aire puro en medio de la vegetación.
En perfumería es un término dual. Puede referirse tanto a la cualidad herbal como a la cualidad específica que la química orgánica moderna ha definido como aromaticidad. Y ambos sentidos tienen un lugar propio dentro de la pirámide olfativa.
Durante el XIX, en química, algo aromático también era algo de olor intenso pero el término se acotó a una serie de sustancias de fragancia dulce que recordaban a las almendras, la miel, el mazapán, las cerezas, el anís…sustancias como el benzaldehído, el tolueno y el benceno. Se comprobó que estas sustancias compartían ciertos rasgos en comparación con el comportamiento de otros grupos químicos; así las cosas, hoy en día el término aromático se reserva para describir una cualidad del benceno (derivado del petróleo) y las estructuras con él relacionadas (llamadas bencenos, arenos o hidrocarburos aromáticos en general). Desde la morfina al indol podemos rastrear la influencia de los grupos bencenos en la estructura del olor.
Dicho esto, pese a que ambos sentidos son válidos para describir un perfume desde un punto de vista formal, el término a menudo se usa de forma más coloquial porque connota de forma inmediata algo dinámico y regenerante. Al fin y al cabo, al contrario que las palabras cítrico, animalístico, rosáceo, etc, aromático no denomina una categoría concreta de olores sino que es un calificativo apropiado para ciertos grupos de olores que pueden transmitir una sensación convincente y persuasiva de frescor vivaz o melosidad.
Dentro de la pirámide olfativa podemos plasmar lo aromático en dos polos, en sentido topográfico y metafórico:
En la salida del perfume las notas verdes y herbales encajan perfectamente en ese perfil de aromas frescos, limpios y penetrantes. Desde la tradicional lavanda -y todas las aguas inspiradas en ella- a la intrigante salvia esclarea se extiende un arco de aromas complejos que reviven la experiencia del aire libre, el bosque, los pastizales y todos esos olores rústicos y vegetales de la vida en el campo. Pensemos en Eau de Campagne de Sisley o Aqua Allegoria Herba Fresca de Guerlain.
En este grupo de salida suelen cobrar protagonismo los aspectos alcanforados de la lavanda y el romero inyectando cierta bravura al frescor inicial de un perfume, como ocurre en Jicky de Guerlain . Pero también hay perfumes que son una auténtica oda al tono profundamente herbal y casi narcotizante de la lavanda: Gris Clair de Serge Lutens o en A Taste of Heaven de Kilian.
Cuando hablamos de lavanda, romero, absenta… hablamos de notas herbales frías, pero también hay notas herbales más cálidas, como el té y la salvia que ocupan una parte del corazón de la fragancia. Algunos perfumes interesantes en este sentido son Eau Parfumée au Thé Vert de Bulgari, Déclaration Essence de Cartier o Thé Vert et Bigarade de L´Occitane La colección de Grasse. Además la salvia es una nota importante en el acorde ámbar, y puede crear un punto de unión entre la calidez amaderada del ámbar y la calidez herbal. Un ejemplo de libro es Ambre Précioux de Maître Parfumeur et Gantier.
Las hierbas provenzales asociadas a condimentos culinarios también se describen como aromáticas pese a tener ya un matiz marcadamente especiado, sobre todo el tomillo que además también exhibe un tono medicinal. Se puede experimentar toda su rusticidad aromática en Virgilio de Diptyque o Garrigue de Maître Parfumeur et Gantier. A considerar también Caligna de L´Artisan Parfumeur.
Hay que esperar a las notas de base para que el sentido que la química moderna da a la palabra aromático entre de lleno en el universo del perfume. Aquí podemos encontrar notas dulces y envolventes de miel, almendras, anís o heno como la cumarina para mantener esa característica de persistencia olfativa, dulce y penetrante. Perfumes como Tonka Impériale de Guerlain (y Jicky de nuevo), Louve de Serge Lutens, Jour de Fête de L´Artisan Parfumeur (se reedita este año) o el Heno de Pravia de toda la vida son ejemplos de este aspecto aromático.
Algunos estudios señalan que los aromas frescos y verdes ayudan a reducir ciertos síntomas de ansiedad, especialmente el aroma de la hierba fresca recién cortada (cis-3-hexenol). Las notas verdes también poseen un potencial efecto sedante que rebaja la tensión nerviosa, especialmente el ciprés, la hoja de violeta, el petit grain, la lima, la mejorana, la verbena. Aunque estas notas verdes ya tienen otros matices ( cítricos, vegetales) y pueden ser más sencillas y livianas que las herbales, contribuyen a crear una sensación aromática.
Otros perfumes a considerar: Pour un Homme de Caron, Azzaro pour Homme de Azzaro, Douro (Eau de Portugal) y Eau de Verveine de Penhaligon´s, Elite de Floris, Eau de Gentiane Blanche de Hermés, Roadster de Cartier, Silver Mountain Water de Creed, Petroleum de Histoires de Parfums, Nostalgia de Santa Maria Novella, Chamomille Tea, Tomato y Lavander Martini de Demeter Fragrance, Mandragore Pourpre de Annick Goutal, New Tradition de Etro, 4711 Acqua Colonia Melissa & Verbena, 4711 Acqua Colonia Rhubarb & Clary Sage y 4711 Acqua Colonia Lavander & Thyme, Eau Illuminee Parfumes DelRae, Byredo Fantastic Man, Fou d´Absinthe de L´Artisan Parfumeur o Yerbamate de Lorenzo Villoresi.
¿Tenéis un perfume o nota aromática favorita?
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