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La cultura del olor que cada persona tiene está muy influenciada por el entorno en el que crece; dentro del conjunto «entorno» los jabones son una pieza fundamental en la base de datos de cada persona. Heno de Pravia es seguramente uno de esos jabones que todos hemos conocido desde la infancia, con su olor tan característico y su peculiar tonalidad verde.
Se dice siempre que el fundador de la Casa Gal, Salvador Echeandía Gal realizó un viaje a Asturias en 1903, y en la localidad de Pravia encontró un aroma que identificó con el de la hierba recién cortada; con esa impresión en mente decidió crear un jabón que reprodujera ese olor dulce a heno fresco. Para crear dicho aroma se empleó la cumarina, un producto derivado principalmente del haba tonka.
El haba tonka -también llamada sarrapia, cumarú, cumbarú, amburana, charapilla del murciélago o tagua- es la semilla que guarda el fruto del Dipteryx odorata, árbol tropical de la familia de las Papilonaceae emblemático del Bolívar en Venezuela, que también crece en Brasil y la Guayana. Existen otras variedades de Dipteryx extendidas por regiones amazónicas pero la odorata es la que tiene mejor aceptación en el campo de la perfumería. En las culturas amazónicas esta semilla oscura y de textura rugosa tiene un valor mágico religioso, siendo usada como talismán con el que se hacen collares y otros adornos rituales.
La cosecha del haba tonka es cada dos años, y se calcula que cada árbol tiene un rendimiento de 30Kg de fruto. Un recolector experimentado puede recoger hasta 300Kg diarios de fruto, lo que significa 6Kg de semilla o almendra como la llaman los sarrapieros.
El fruto del Dipteryx se recoge en mayo, y su semilla se deja secar al sol; el proceso de maduración se completa dejándola infusionar en alcohol de 65º durante un día completo, tras lo cual se deja secar de nuevo. Esto hace que en su superficie aparezcan unos cristalitos blancos que son la cumarina propiamente dicha.
*Haba tonka cubierta de cumarina ( cristales blancos)
El haba tonka posteriormente puede usarse tal cual para diversos fines, el más extendido es el culinario pero también se usa frecuentemente como recurso medicinal porque tiene propiedades antiespasmódicas, pudiendo hacerse preparados para el dolor abdominal. Otro uso es para perfumar armarios o tabaco.
Como especia funciona tanto en platos dulces como salados ( especialmente arroces y pescados o carnes muy grasas como el pato), pero al igual que la nuez moscada debe ser usada con precaución. Uno de los maridajes más exitosos y populares es añadir un poco de haba tonka a un postre de chocolate, ya que tiene un sabor almendrado-avainillado…ya se sabe… almendra y chocolate son un combinación gloriosa. Se puede usar para el mazapán pero hay que manejar muy bien la dosis para lograr que añada sólo un toque almendrado. En los postres de frutas exóticas como el coco, para acompañar melocotones, albaricoques o cerezas, y sobre todo como sustituto de la vainilla para hacer crema pastelera, pannacotta o helados. Sirve también para aromatizar bebidas como el café o el gin-tonic.
Desde el punto de vista del rendimiento económico, el haba tonka se usa para:
-Hacer preparados sustitutos de la vainilla o directamente adulterar esencias de vainilla.
-Producir absoluto de haba tonka.
-Extraer la cumarina.
-Para perfumar tabaco, sobre todo el de pipa.
El haba tonka, como especia tiene una gran riqueza de notas. La faceta principal es balsámica avainillada, con tonos de caramelo y miel. También recuerda a ciertos frutos secos como el pistacho y la avellana por un lado, junto con una importante nota de almendra (mucha gente poco familiarizada con el aroma cuando la huele por primera vez dice que recuerda a las almendras más que a ninguna otra cosa). Tabaco y heno son otras notas más profundas y, en el plano de las especias tiene matices de canela y clavo.
En el absoluto de haba tonka predominan las notas cálidas de tabaco, con un tono muy rico herbáceo y de ciruela pasa unido a un dulzor acaramelado. Contiene entre un 20-45% de cumarina. En alta perfumería se emplea para crear una sensación cálida y amaderada además de redondear composiciones. Se trata de un ingrediente básico en los perfumes clásicos de Guerlain, y es el tema central del perfume Tonka Imperiale de la colección L´Art et la Matiére de Guerlain.
La palabra cumarina deriva de coumaron que en la lengua Tupi de la Guayana es el nombre del haba tonka. Las cumarinas son metabolitos típicos de las plantas superiores y algunos microorganismos que cumplen una función defensiva: inhiben el crecimiento de plantas competidoras.
Las cumarinas se dividen en simples y complejas, y poseen una importante propiedad física: la fluorescencia generada con rayos ultravioleta. En general se trata de lactonas insaturadas cuyo núcleo químico en común es la benzo-2-pirona, que aporta el característico olor dulce almendrado (cuando está en baja concentración) y de hierba recién cortada con toques especiados (cuando está en alta concentración).
Aunque se entiende que la cumarina propiamente dicha es aquella procedente del haba tonka, en realidad está presente en casi una treintena de familias vegetales. Algunos ejemplos: la lavanda, el meliloto,el regaliz, la canela de China, las fresas, las cerezas, la rubilla o aspérula olorosa, la grama de olor o alestaz, la hierba santa o hierba de bisonte con que se destila el vodka Zubrówka, etc.
La cumarina, como compuesto químico fue identificada en el haba tonka y aislada en 1820 por A Vogel. En 1968 fue sintetizada en laboratorio por primera vez por W.H. Perkin a partir del alquitrán de hulla; actualmente la reacción de Perkin sigue siendo uno de los métodos de síntesis.
En 1882 la cumarina entró a formar parte de la paleta perfumística gracias a Paul Parquet quien la usó en una concentración del 10% junto con lavanda, geranio y musgo de roble para recrear el aroma-fantasía de helecho, en el perfume homónimo Fougére Royale de Houbigant, dando origen a una de las principales familias perfumísticas modernas: la fougére (helecho). Tres años después era de nuevo usada en el mítico perfume Jicky de Guerlain. Heno de Pravia deriva de esa idea original de Paul Parquet.
Como sustancia química es un potente anticoagulante, adelgaza la sangre aumentando su flujo por lo que se usa tanto para fines medicinales como para fabricar raticidas…Parafraseando a Paracelso, nada es veneno, todo es veneno: sólo depende de la dosis. Es esta propiedad la que hizo que en 1953 el haba tonka y la cumarina se prohibieran como aditivos en USA. La Prohibición aún se mantiene pese a que hoy en día se sabe que el efecto depende del uso que se haga del producto. La cumarina en alta concentración también puede causar naúseas, vómitos o incluso inducir un estado depresivo agudo en algunas personas.
Debido a esta prohibición existen otras sustancias odorantes cumarínicas de tipo artificial que suelen tener un aroma más difuso, más dulce y sobre todo con una nota de coco bien pronunciada como el octahydrocoumarine de IFF.
Los aromas cumarinados siempre han tenido un gran atractivo para el hombre, por eso no es de extrañar que tanto el haba tonka como la cumarina natural sean dos productos de gran importancia para la perfumería moderna desde el inicio gracias al trabajo de Paul Parquet.
Algunos perfumes con nota prominente de cumarina y/o haba tonka: Jicky, Shalimar, Shalimar Parfum Initiale, Habit Rouge, Chamade, Tonka Imperiale todos de Guerlain; Pour un Homme de Caron, Dior Addict, Dior Homme Intense, Farenheit de Dior, Angel de Thierry Mugler, Brit de Burberry, Coco de Chanel, Coco Mademoiselle de Chanel, Venezia vintage de Laura Biagiotti, Tobacco Vanille Private Blend de Tom Ford, Fumerie Turque de Serge Lutens, Ninfeo Mio de Annick Goutal, Fieno de Santa Maria Novella y por supuesto algo como Heno de Pravia.
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