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Polianthes tuberosa

El epítome de las flores blancas caracterizadas por su virtud narcótica quizás sea la tuberosa (nardo, vara de San José). Algunos especialistas discuten la etimología de su nombre científicos: Polianthes tuberosa; el término tuberosa es una referencia al sistema de raíces, polianthes se ha venido traduciendo desde el griego como «dar muchas flores» o como «flores blancas» mientras que Benthen y Hooker interpretan el término polios desde el latín como pulido, lustroso en referencia al aspecto céreo de la flor (anthos). En México, de donde es oriunda, los aztecas la llamaban Omizochilt: flor hueso, debido a que sus pétalos son de un radiante blanco ceroso. Y en la India recibe el nombre de Rajanigandha que significa la fragancia de la noche.
La planta necesita una humedad relativa. 60-70% y mucha luminosisdad para dar flores de calidad. Cuando hay poca humedad las flores se desarrollan poco y sus pétalos están arrugados, cuando la humedad es muy alta se pudren por encharcamiento. La temperatura óptima para su desarrollo está entre los 20 º-30º C por el día y los 15º-20ºC por la noche, momento en el que se puede apreciar su aroma en plenitud durante los meses de floración: de abril a noviembre.

Gracias a las expediciones de corte científico que Felipe II financió, esta especie llegó a la Península. El interés por conocer de un modo descriptivo la naturaleza del Nuevo Mundo tenía una finalidad económica, política y religiosa, de ahí que fueran apoyadas por el monarca; el fin prático era conocer los métodos de agricultura y los remedios terapéuticos de tierras americanas donde crecían plantas no conocidas en otros lugares. Tras las primeras tentativas de estudio, la expedición a cargo del médico naturalista Francisco Hernández, responsable del huerto botánico del Hospital de Guadalupe tuvo un carácter más científico pues se recogieron sistemáticamente muestras de distintas especies que fueron traídas a la Península plantadas en barriles, junto con un gran número de dibujos, láminas y detalladas descripciones que el minucioso humanista Francisco Hernández recopiló:la mayor parte de este trabajo se perdió en el incendio de 1671 de El Escorial, sólo ha llegado a nosotros una versión resumida compilada por Nardo Antonio Recchio en Italia en la Academia dei Lincei (Rerum Medicarum Novae Hispaniae Thesaurus).

En aquella época las actividades relacionadas con el cultivo de especies botánicas se desarrollaban aún en los Hortus medicinalis, puesto que el mundo vegetal proporcionaba la principal fuente de medicamentos y constituía la materia médica en la que se integraban los medicamentos simples. Ya más tarde con Paracelso y su escuela se introdujeron medicamentos a base de sales mercuriales y otros remedios minerales. Así, el comercio de las plantas del Nuevo Mundo destinadas a la agricultura y a la fabricación de medicamentos fue un importante motor para el comercio colonial.

En este contexto, Simón de Tovar, médico sevillano que cuidaba del jardín botánico de Sevilla, mantenía una importante actividad divulgativa con los científicos botánicos del norte de Europa enviando listados de plantas e intercambiando semillas con estudiosos como Bernardus Paludanus o Cardus Clusius. Esta fue la vía por la que distintas especies de planta y flores como la tuberosa se fueron extendiendo: desde los jardines botánicos y reales peninsulares pasaron a Italia, Francia, Países Bajos en forma de intercambios científicos, regalos reales y ¿cómo no?, de contrabando. Así pudo nacer también el muy apreciado y hoy prácticamente inexistente Nardo de Grasse-localidad del sur de Francia que disfruta de un microclima suave ideal para el cultivo de flores blancas porque se generan flores de excepcional calidad- y junto con el Jazmín y la Rosa de Mayo eran la base de la industria perfumística desde el s. XVII en dicho lugar. Actualmente la mayoría de la producción se concentra en Marruecos, India, China, Islas Comores y Sur de África.

Francisco Hernández fue el autor que primero registró la especie Polianthes tuberosa, relatando que los aztecas tejían coronas olorosas ceremoniales ( actualmente también se usan en las islas del Pacífico). En la medicina popular diferentes partes de la planta se vienen usando desde hace siglos por sus propiedades astringentes, estomacales y analgésicas.

El aroma del nardo es intenso y dulce, penetrante e indólico;a menudo sus múltiples matices recuerdan a otras flores blancas como el jazmín o la flor de naranjo, sin embargo, tiene dos características distintivas: una nota verde balsámica casi mentolada y un dulzor intensamente lactónico, imposible de reproducir mediante sintéticos.

El absoluto de tuberosa-actualmente obtenido por extracción de solventes- es fuertemente floral, intenso y denso…muy denso. Comienza con notas verdes pero dulces, como si mezcláramos gualteria con miel, poco a poco va adquiriendo calidez de un modo suntuoso- en la dirección del jazmín-. Al igual que en la flor su nota más característica es esa especie de cremosidad densa y fresca (ésa que delata rápidamente su presencia en un acorde) debida a la abundancia de lactones que contiene y aportan acentos lechosos y afrutados ( melocotón, coco). El matiz especiado lo aporta el eugenol (clavo) y la nota fresca que recuerda a la flor de naranjo es antranilato de metilo.

El absoluto de tuberosa ha sido usado en alta perfumería especialmente en composiciones florales fuertes y/o dulces y en orientales como Poison. Por ser un ingrediente muy caro, el uso del auténtico absoluto de tuberosa en una proporción importante no es tan frecuente, no todas las compañías pueden acceder a él y muchas veces se reconstruye su olor con químicos aromáticos y otros naturales más asequibles. Pensad entonces que todas esas propiedades narcóticas-erógenas-y de despertar de la intuición que se le atribuyen al nardo sólo pueden tener lugar si -y sólo si- se ha formulado con el producto natural, con el absoluto de tuberosa (nardo).

En los próximos días revisaré algunas fragancias con una importante cantidad de absoluto de nardo en su formulación, no serán todas las que son: sólo algunas que yo encuentro especiales.

Edito (13/10/2009) para añadir la lista de las revisiones relacionadas con este post.
1. Perfumes centrados en el absoluto de tuberosa como protagonista:
Beyond Love-Prohibited- de Kilian

Carnal Flower de Editions de Parfums Frederic Malle

Fracas de Robert Piguet

Private Collection Tuberosa-Gardenia de Estée
Lauder

2. Perfumes florales donde el absoluto de tuberosa es un ingrediente que sirve para reconstruir el aroma de otra flor:
Luxe:Champaca de Comme des Garçons

Lys Mediterranee de Editions de Parfums Frederic Malle